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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

miércoles, 30 de junio de 2010

DIARIO DE MARTÍN LOBO

Estando como estamos en la semana del Orgullo, tenía la excusa perfecta para acercarme a la literatura en torno al mundo gay, que la hay, aunque tengo que reconocer que la desconozco por completo. El título era atrayente y venía avalado por el éxito de un blog, Blogback Mountain, que sobrevivió un par de años en el digital de El Mundo, al parecer con gran éxito de visitas.
La novela viene a retomar partes de aquel blog y pretende acercar más datos sobre su autor, se dice que hay mucho de autobiográfico en ella. Estamos pues ante los que nos quiere contar un joven treintañero, gay, de provincias, y viviendo a tope la libertad de Madrid. junto a esos pasajes escogidos de su blog, vamos conociendo datos de su pasado en una ciudad del norte donde descubrió a trompicones su identidad sexual, para salir del armario por completo en la capital y tener la valentía de compartir sus andanzas, sus sentimientos, sus batacazos y también sus alegrías.
Tiene un tono tragicómico, a veces recurre a ciertos topicazos, y otras al puro desvarío, como a pasión turco-kurda de una de sus amigas, o la implicación de su compañero de piso en una trama de narcotraficantes escasamente creíble. Pero la prosa es brillante, el ritmo atrapa, y tiene una enorme habilidad para transmitirnos sus estados de ánimo. Sus enamoramientos y sus sufrimientos ante los abandonos. Su desconcierto, sus bajones y sus huidas por la noche madrileña en busca de sexo rápido y anónimo. Hay momentos de provocación, enarbolando la bandera de lo políticamente incorrecto, y otros que reflejan los miedos que podemos compartir todos, gays o no, ante determinadas situaciones de la vida, ante los fracasos por las amistades truncadas, los amores desvanecidos o las traiciones. Tiene Martín Lobo la fuerza de los treinta años y la desinhibición del que tiene claras sus opciones, del que no se deja amadrentar. Estamos ante un estupendo ejercicio de libertad, por supuesto muy entretenido y esclarecedor.

lunes, 21 de junio de 2010

EL TERCER REICH

Acercarse a Bolaño es garantía de buena literatura. Y así pasa con esta novela que escribió en 1989 y que se editó después de su muerte. Deslumbrado por "2666" me enfrenté a esta novela esperando algo parecido para encontrarme con una trama extraña y con unos personajes de carácter muy marcado, y muy diferentes, en una Costa Brava que el escritor chileno conocía muy bien. Es una historia distinta, pero que al parecer está muy relacionada con la que fue una de sus grandes pasiones, los juegos de guerra o wargames.
Para justificar de alguna forma esa pasión, para darle credibilidad, elige un protagonista muy joven, Udo Berger, que con veinticinco años es todo un campeón de esos juegos en su país. Lo que parece ser una novela de verano, con su toque de nostalgia, pronto se adentrará en una atmósfera inquietante, desasosegante y de salida incierta, que mantiene la tensión hasta el final.
Udo y su novia Ingeborg se van de vacaciones a la Costa Brava, un mes de Agosto, y a un hotel que conocía porque había pasado varios veranos de niño, cuando acudía puntualmente con sus padres y hermana. Lo que podría ser un viaje con la novia de lo más normal, comienza a tomar otro cariz por dos razones: Udo quiere aprovechar el tiempo para perfilar su estrategia en un juego conocido como el Tercer Reich, que como su nombre indica va de estrategia guerrera con Alemania conquistando, y luego perdiendo, media Europa; y por otra conocen primero a una pareja alemana y luego a varios personajes españoles, con apodos más que llamativos, como el Lobo, el Cordero o el Quemado, que van a generar situaciones a cual más dramática e inquietante. También jugarán un papel muy importante los dueños del hotel.
No es cuestión de destripar aquí la historia, llena de matices y recovecos, un arte en el que Roberto Bolaño fue todo un maestro. Si al principio el argumento parece discurrir por caminos muy trillados, las sucesivas vueltas de tuerca te pegan a las páginas hasta no poder dejar la historia, deseando cuanto antes conocer el desenlace.
En fin, una estupenda novela, de lo más apropiado para leer en el playa o piscina. A disfrutarla.

jueves, 10 de junio de 2010

EL RÍO DE LA LUZ:UN VIAJE POR ALASKA Y CANADÁ

Acabo de devorar este estupendo libro de viajes, uno más de mi admirado Javier Reverte, aunque, hago ya la salvedad, no me ha resultado tan completo como su "Corazón de Ulises" o su trilogía africana, pero quizá es porque puso el listón muy alto. Alaska y la canadiense Columbia Británica están en mi imaginario, creo que desde que tengo uso de razón, o como se llame. Es un viaje pendiente, aunque no tan ambicioso como el que se marcó Javier Reverte, cuyo detalle dibuja en este libro, acompañado siempre de citas literarias, especial fijación con Jack London, y salpicado de anécdotas y datos históricos de gran interés, aunque en algún momento, sobre todo cuando se quiere seguir su propia experiencia, se hacen un tanto extensos y por momentos pesados.
El reto, cubierto, de Reverte era un viaje por un tramo del Yukón, uno de los rios más salvajes y literarios del mundo, precisamente el que coincide con los puntos donde se produjo la avalancha de buscadores de oro, a finales del XIX y principios del XX. Javier rinde homenaje a las decenas de miles de personas que se lanzaron a buscar fortuna haciendo frente a la dureza de una tierra donde sobrevivir era toda una hazaña. Se nota que se ha documentado muchísimo sobre aquella marea humana y los personajes, algunos inmortalizados por el cine, que adquirieron un cierto protagonismo, casi siempre rayando o claramente ligados a actividades ilegales.
Es fascinante la manera en que se enfrentó al descenso, en canoa, de ese tramo del Yukón, teniendo en cuanta que nada sabía de navegar y menos en aguas tan turbulentas. Más allá del Yukón nos da noticia de otras localidades de las que nunca había oído hablar, como Nomé, y de auténticos paraísos donde los osos son casi tan numerosos como los bosques. Una pasada fascinante.
Con más de quinientas páginas, que incluye cronología histórica canadiense, se me hace raro las pocas líneas que dedica a Vancouver, la rapidez con la que pasa por las Rocosas, o la avaricia a la hora de despachar el larguísimo viaje en tren desde la Britihs Columbia y Toronto. Es más, disiento claramente de su visión de Toronto y no acabo de comprender como se embarcó en un autobús turístico(lo digo al referirme a un viajero tan curtido como él) para ver Niágara, cuando las cataratas y su región, por libre, son, sin duda, uno de los parajes más hermosos del mundo, algo parecido al paraiso, supongo.
Envidiable su regreso a Europa ,desde Montreal, en un barco mercante.
No ha sido el libro que me de el empujón necesario para ir Alaska y el oeste canadienses, pero todo se andará. Por lo demás, siempre un placer gozar de la enorme sabiduría de ese viajero impenitente.

miércoles, 2 de junio de 2010

EDUCACIÓN SIBERIANA

Los urcas, hoy dispersos por medio mundo, eran una especie de comunidad, de religión ortodoxa, pero con múltiples peculiaridades y una serie de reglas y valores únicos, que vivía en Siberia, pero que Stalín decidió trasladar masivamente hacia el Oeste. Siguieron la ruta contraria a la de cientos de miles de rusos y otros pueblos de la antigua URSS, dispersados por Siberia por orden expeditiva del dictador.
Lo que diferencia a los urcas es que era una comunidad de bandidos, de hecho ellos mismos se definían, con orgullo, como criminales honestos. Tenían como referente el respeto máximo por los lazos familiares, la protección de los más débiles, la vida sin ostentaciones y otra serie de valores que chocan frontalmente con los nuestros. Por ejemplo odian profundamente a los políticos, al estado, a los ricos y sobre todo a los policías. De hecho matar policias es algo así como ponerse medallas. Vivían sobre todo de atracos, asaltos y trapicheos de todo tipo, vamos delincuencia pura, que convirtieron en una forma de ser y en orgullo de la comunidad. Por eso muchos de ellos pasaron gran parte de su vida en prisión, donde seguían protegidos por la comunidad que seguía fuera. Tenían sus propios medios para comunicarse entre los distintos grupos dispersos por la URSS e incluso Europa Occidental, que escapaban por completo al control de las autoridades pertinentes.
Pues bien, en el seno de uno de esos grupos dispersos nació Nikolái Lilin, el autor a través del que conocemos el fascinante y a veces espeluznante modo de vida de los urcas. Lo que nos cuenta en esta novela, de claras referencias autobiográficas, fue su niñez y primera juventud en Bender, una ciudad del Trandniester, también llamada Transnistria, territorio moldavo constituido en república independiente desde hace casi veinte años, tutelado y tolerado por Rusia, y escondite favorito para todo tipo de redes criminales: no solo los urcas, tambien georgianas, ucranianas, armenias, moldavas... En fin, lo mejor de cada cas. Un lugar, en todo caso, en el que había reglas claras y acuerdos explícitos que les permitían convivir y al mismo tiempo vivir al margen.
El libro no tiene desperdicio, y como dice alguna crítica, para abordarlo hay que dejar atrás las definiciones que tenemos sobre el bien y el mal, para entender una forma de pensar, actuar y vivir tan lejana a la nuestra. Hoy de aquella comunidad, cuenta Lilin, no queda nada, pero es un fenómenos todavía muy reciente, que nos habla de la complejidad de lo que fue la URSS y de sus despojos a través de los ojos de un niño, y más tarde un joven, que creció con un extraño código de honor en el que lo de menos era el asesinato o la violencia sobre los demas. Espeluznante.