sábado, 9 de junio de 2012

ENTRE CIELO Y TIERRA

Finales del siglo XIX. Unas aldeas en la parte occidental de Islandia. Un lugar remoto atrapado entre unas montañas que no protegen y un mar muy difícil del que sacan el sustento. Los protagonistas, pescadores. Una vida muy dura y unas incursiones en el mar en las que se la juegan y en las que las bajas son demasiado frecuentes. Jón Kalman nos acerca a un mundo que nos es realmente extraño. El mundo del frio, presente casi todo el año, y el de la pesca del bacalao, que les permite sobrevivir, realizada en pequeños barcos, de seis u ocho tripulantes, con los que tienen que afrontar a veces tormentas terribles que se presentan en apenas minutos y que apenas dejan margen para reaccionar.
La narración sigue sobre todo a un joven adolescente que se embarca acompañando a su amigo Bárdur. Comparten una desmedida, para la zona, afición por la lectura, hasta el punto de aprenderse de memoria páginas y páginas con las que luego recrearse durante la larga faena. Es precisamente una distracción a causa de uno de los libros la que alumbrará una tragedia que marcará la vida del adolescente hasta el punto de plantearse si tendrá fuerzas o no para vivirla.
La novela, corta, presenta un interesante plantel de personajes, interesantes reflexiones sobre vida y muerte y logra transmitirnos la intensidad de ese frío glacial omnipresente y determinante en aquellos remotos lugares y la peligrosidad de un mar imprevisible e incontrolable, pura naturaleza salvaje. Interesante por distinto.

lunes, 4 de junio de 2012

UN GRANIZADO DE CAFÉ CON NATA

La novela de Alessandra Lavagnino viene recomendada por Leonardo Sciascia y eso, por sí solo, ya es una garantía de que estamos ante algo de calidad. Es una novela corta, no llega ni a las doscientas páginas y tiene como escenario Sicilia, con todo lo que ello implica. La protagonista y narradora es Agata, una doctora que trabaja en un laboratorio con moscas, y de insectos sabe mucho la autora que fue catedrática de Parasitología en la Universidad de Palermo. Agata tiene un accidente cuya consecuencia mas grave es un trauma que la impulsa a decir siempre la verdad. Eso en otros territorios posiblemente no tendría consecuencias dramáticas, pero hablamos de Sicilia, la tierra de la omertá, de ahí que sea entendible la frase de su padre quien al enterarse dijo "para esto, mejor muerta". Pero no se muere, y sus verdades molestan a su marido, a sus padres, a su hermano y traerán consecuencias trágicas para la familia cuando esa verdad también se la traslada a la policía.
La novela tiene un tono muy intimista. Es Agata la quien narra, y más allá de las consecuencias que su "verdad" tiene en el marco externo asistimos a  la guerra abierta en su cerebro, a sus ataques de culpabilidad, a su lucha interna por que las cosas vuelvan a ser como antes.
Hay otros personajes magníficos, como el de la madre, que la arrastrará por santuarios y curanderos en busca de un remedio para el mal de su hija. Un personaje que reproduce todos los prototipos imaginables de la madre siciliana, envuelta en un halo de eficacia, misterio y resignación. También asistimos a los métodos vengativos de la mafia siciliana, y a la corrupción en otros ámbitos de la vida cotidiana, que en este caso casi se aplauden como  una de las vías para aliviar la desesperación de la protagonista.
Curiosa novela que se lee en un rato.