INSTRUCCIONES PARA UNA OLA DE CALOR, de Maggie O'Farrel

De cuando en cuando viene muy bien la lectura de una novela como esta, en la mejor tradición de la literatura británica, en la que no falta el humor y esa especial manera que tienen los de Albión de echar una mirada en profundidad a las complejidades de la vida familiar. Maggie O'Farrell nos presenta aquí un detallado examen de una de esas familias, los Riordan, de origen irlandés pero asentados desde hace mucho en Londres. La acción la sitúa en 1976, en un verano especialmente caluroso, cuando el señor Riordan, Robert, recién jubilado, sale de casa como cada día a comprar el periódico y no regresa. Su esposa, Gretta, que desborda actividad, sobre todo por el uso cuando no abuso de los antiansiolíticos, enseguida avisa a sus hijos. A partir de ahí desmenuza la vida de estos y van aflorando secretos que se quedarán pequeños cuando descubran el gran secreto de sus padres.. El hijo mayor, Michael, profesor de historia frustrado, intenta salvar un matrimonio que cree que hace aguas por todas partes. Mónica se aburre a más no poder en la casa que comparte con su segundo marido y no logra conectar con las dos hijas de este. Además está muy distanciada de Aoife, la rebelde, que reside en Nueva York y de la que apenas saben nada. En la novela aparecen muchos datos colaterales muy interesantes, como la situación irlandesa, la emigración, el aborto, a los que accedemos a través de los distintos personajes que logran involucrarnos en la historia e incluso sufrir el calor sofocante de aquellos días. En definitiva una novela interesante, bien escrita y parece que bien traducida, lo que es de agradecer.