Naguib Mahfuz nos regala esta novela sobre uno de los faraones más atípicos de la historia egipcia, que coincidió con el fin de los mejores años del imperio y lo adentró en una decadencia que acabaría en desaparición, aunque muchos años después. Para ello utiliza la mirada de un joven, MIRI-MON, que años después de la muerte del faraón y sorprendido por el poderío que todavía reflejan las ruinas de la ciudad de Akhetatón, inicia una serie de entrevistas con personajes clave durante el mandato del faraón, todavía con vida, entre ellos Nefertiti, que todavía sobrevive en un palacio rodeado por las ruinas de la ciudad. A través de esas entrevistas, nos va perfilando la figura de uno de los faraones mas controvertidos y, sin duda, singular que tuvo Egipto. De aspecto afeminado, con escasas habilidades guerreras, pero de una inteligencia fuera de lo común, Amenofis IV llega al poder, tras la muerte de su padre, con ideas bien distintas a las de este y que pronto serán tachadas de herejía por los poderosos sacerdotes de Tebas, que vieron en peligro sus privilegios. Y es que el joven emperador había descubierto los encantos de Atón, el dios sol, al que decide convertir en dios único y origen de toda vida. En su honor se cambia de nombre por el de Akhenatón y construye desde cero la nueva capital, que sustituirá a Tebas. Construye en tiempo récord Akhetatón, llenándola de palacios y grandes avenidas, todo en honor del nuevo dios, que sustituye a Amón-Ra, el hasta entonces dios todopoderoso dentro del olimpo egipcio. pero el emperador no solo apuesta por el dios único, sino que cambia radicalmente su política, que pasa ahora a basarse en la paz y la armonía universal, algo que no comparten sus generales, que ven peligrar la seguridad del imperio.Una política tan distinta solo podía despertar temores y conspiraciones entre la nobleza, el ejército y sobre todo los sacerdotes de Amón Ra. Era cuestión de tiempo y se fraguó la conspiración que le apartaría del poder. Akhenatón, personaje fascinante donde los haya, no renuncia en ningún momento a sus creencias y le dejan recluido hasta su muerte, posiblemente asesinado, en la capital que fundó y que fue abandonada de inmediato por la corte y la población general. Una ciudad que le sirvió de prisión a él y a Nefertiti, aunque esta recluida en un palacio en el extremo opuesto al del faraón destituido.
Mafuz nos presenta la figura de este personaje a través de la visión que de él tuvieron familiares, cortesanos, sacerdotes, militares y la propia Nefertiti. Así vamos descubriendo los pasos que llevaron al joven faraón a ir consolidando su línea espiritual y política, especialmente chocante para aquella época, pero que, al menos, han dejado un profundo rastro en la historia del antiguo Egipto. Interesante, aunque sobre este mismo faraón hay mucho escrito.
Datos personales
- antonio alonso
- GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
- Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.
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