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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

jueves, 24 de diciembre de 2015

EL HIJO DEL DESCONOCIDO

Alan Hollinghurst es un reconocido novelista británico, cuyas primeras obras supusieron un hito en la llamada novela gay. En esta ocasión se distancia y busca otros escenarios, para recrear la decadencia de un estamento social, rescoldo de la época victoriana, asumiendo formas que recuerdan a la literatura del XIX, aunque con la acción asentada en el siguiente siglo. La novela arranca en el verano de 1913, cuando un introvertido estudiante en Cambridge regresa al domicilio familiar acompañado por un joven, Cecil Balance, aristócrata y poeta en ciernes, con una personalidad magnética que atrapará a todos los que le rodean. Allí escribirá, en el cuaderno de autógrafos de la hermana de George, un poema que, con el tiempo, se convertirá en algo mítico para toda una generación. Su poesía no dio para mucho más, ya que murió pocos años después, en la primera Guerra Mundial. Las dudas sobre a quién dedicó Cecil realmente el poema, si a George o a su hermana, persistirán a lo largo de décadas y darán paso a todo tipo de interpretaciones. Sobre el eje Cecil, Hollinghurst va trazando un complejo cuadro de relaciones, personales y sociales, modos de vida en franca decadencia, la desaparición de la sociedad victoriana, y los estragos que esos cambios causan en varias generaciones. En torno a las familias de Cecil y George iremos viendo  una serie de críticos y biógrafos que además de ir aclarando distintas aristas sobre la personalidad del primero, nos permitirán asistir en primera fila, como si de una obra de teatro se tratara, a las vidas de una serie de personajes interrelacionados, en su mayor parte infelices y aferrados a formas y fondos que se quedan día a día más trasnochados.
Es una novela densa, llena de detalles que a veces irritan por que nada aportan salvo reforzar esa imagen de gente que vive un poco fuera del mundo que les rodea.
En fin una novela para aficionados a la literatura de viejo cuño, con mucho tiempo para dedicar a algo que, me parece, aporta muy poco. Lo raro es que haya aguantado hasta el final.

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