Tercera entrega de las historias protagonizadas por Gracia San Sebastián, y en la que Ana Lena Rivera parece haber encontrado un filón. De hecho esta tercera entrega es su tercera novela, y en ella va afinando tanto el personaje como la estructura narrativa, con buenos e inesperados giros que consiguen mantener la atención hasta el fina. Gracia San Sebastián es una experta en fraudes financieros y tramas delictivas en el campo económico que, en este caso, es fichada como colaboradora por la policía, para ayudar a desentrañar una complicada trama que esconde un gigantesco timo inmobiliario, en el que entran mafias rumanas, testaferros nacionales y contables con pocos escrúpulos.
La historia, de por sí interesante, se complica en este caso con una serie de sucesos violentos que hay que ir aclarando y que comienzan, como la novela por el hallazgo de un brazo en la playa de San Lorenzo de Gijón. Es sólo el primero de un reguero de cadáveres que van apareciendo y que obligan a desdoblar la investigación entre la parte financiera y la meramente criminal.
La novela se completa con un apartado más en la vida personal de Gracia San Sebastián, con una nueva relación y un divorcio en trámite aparentemente fácil pero que esconde intereses de otro tipo. En definitiva, una novela entretenida que la autora localiza entre Gijón y Oviedo, con ramificaciones internacionales, y muchos elementos de novela negra que garantizan sobre todo entretenimiento, aunque determinados tópicos llevan a pensar a ratos en que estamos ante más de lo mismo.