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- antonio alonso
- GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
- Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.
sábado, 24 de agosto de 2013
Saliendo de la estación de Atocha
Saliendo de la estación de Atocha ,es un divertido acercamiento a Madrid de la mano de un guiri, en este caso norteamericano, que pasan una de esas temporadas en la ciudad con la excusa de unos estudios o una investigación, siempre con el respaldo de una generosa beca. Es la primera novela de Ben Lerner, hasta ahora conocido como poeta, y su estreno ha recibido nota muy alta de la crítica estadounidense que, seguro, apreciará sutilezas que puedan escapársenos a nosotros. Adam Gordon, Adán para los locales, es un joven norteamericano que, como tantos al acabar la universidad, deciden tomarse un año sabático y lo disfrazan como pueden. En este caso declarándole poeta, aunque ni él mismo se lo cree, consigue una beca para instalarse en Madrid y trabajar, supuestamente, en un proyecto poético ambicioso en el que mezcla guerra civil, postguerra y poetas, de los que apenas sabe nada y tampoco tiene demasiado interés. Se instala en un estudio buhardilla en la plaza Santa Ana y desde allí, bien dotado de barbitúricos varios, porros y vino en abundancia, irá dándonos retazos de una ciudad que en muchos casos le resbala pero que le sirve de escenario para su ingente pérdida de tiempo que, en realidad, es a lo que se dedica. Entre porros, tranquilizantes, cafés varios y charlas con gente en las que Penas se entera, su español es más que deficiente, transcurren los días. Apenas escribe unos cuantos poemas que,al final, le servirán para salvar más o menos la cara, más gracias a intervenciones externas que a la calidad misma de su trabajo. A medida que avanza la novela cobra fuerza el papel de Teresa, su traductora, amiga y amante sin sexo, con la que vivirá las horas más duras de la ciudad, el atentado del 11-M. Aparte esa enorme tragedia, que nos acerca con sensibilidad, el personaje creador por Lerner es todo un corolario de los tópicos que tenemos y tienen ellos mismos, los norteamericanos. La novela destila ironía y juega con momentos hilarantes como cuando va a Barcelona, sale a comprar un par de cafés, se distrae y pierde todo el día por la ciudad porque no encuentra el hotel. Divertida, se lee de un tirón y logra emocionar, sin aspavientos, ante el atentado más grave que ha sufrido la ciudad desde la guerra civil.
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