No es fácil meterse en la cabeza de un niño de apenas nueve años y, desde luego, muy difícil transmitirnos sus impresiones y emociones ante lo que le rodea. Y Niccoló Ammaniti lo consigue, con auténtica maestría. Y no lo pone fácil. El pequeño Michele es uno de los seis niños de un pequeño pueblo, apenas un caserío, perdido en medio de los trigales del sur de Italia. Es verano, hace un calor de los que asusta y alrededor, aparte del mar de cereal, lo que hay solo es pobreza, la miseria de un sur que nada tiene que ver con el rico norte. Los niños, liberados de la escuela, se dedican a marchar sin rumbo con sus bicicletas, a enredarse en juegos y variantes de los mismos y a establecer retos que marquen, como no podía ser de otra manera, la jerarquía en el grupo. Michele no lo tiene fácil entre sus amigos y tampoco en casa: su padre está ausente durante largas temporadas, su madre está casi siempre triste, y tiene que cargar a todas partes con su hermana pequeña, todo un incordio. Será en una de esas escapadas en bicicleta donde Michele hará un descubrimiento que, en principio le aterroriza y en el que luego se irá involucrando cada vez mas, sin que sus compañeros lo sepan. Un descubrimiento que atañe a los mayores, un secreto terrible, que augura lo peor, y en el que parecen estar involucrados todos los mayores del pueblo.
Es una novela muy interesante, con un planteamiento no habitual y en la que Niccoló Ammaniti logra transmitirnos el desconcierto del niño, nos sumerge en sus imaginativas interpretaciones de una situación que no entiende y logra emocionarnos en distintos momentos ante la impotencia que siente para asumir lo que ocurre. Al final te queda una sensación agridulce ante la heroicidad del niño y la maldad que subyace en la historia.
No es de extrañar que la novela se vendiera como churros y le consagrara como uno de los actuales más interesantes de la literatura italiana.
Datos personales
- antonio alonso
- GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
- Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.
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