domingo, 31 de enero de 2016

EL MAR

El mar, ese es el espacio que elige Max Modern para vivir su duelo, el duelo por la muerte de su mujer Anna, pero también por el fin propio que se avecina. Elige el protagonista una pequeña población costera, de las de veraneo, donde estuvo en su infancia con su madre y donde vivió momentos muy felices y muy duros en pocas semanas, extremos que marcan toda su vida. Y se instala precisamente en la casa en la que veraneó una familia un tanto peculiar, con cuya hija vivió su primer amor. Felicidad y tragedia, principio y fin. La vida es un período mucho más breve de lo que nos pensamos, y solo somos conscientes cuanto repasamos aquellos acontecimientos que más nos impactaron. Es lo que hace Mas Modern en ese caserón que gobierna una señora con un pasado que se adivina tormentoso y que comparte con un supuesto militar irlandés que esconde su profunda soledad en horarios rígidos y posturas solemnes. El duelo le supone un infierno a Max, que sigue al infierno de la larga enfermedad de su esposa. Pero acude a esa localidad para buscar refugio en los recuerdos de infancia y bucear así en lo que ha sido su vida. Es esta una novela muy intimista, para leer despacio, para comprender algunas verdades básica de la vida, aunque sea a través de la experiencia de la vida de otro. En todo caso una novela que aparenta sosiego pero que tiene algunas cargas de profundidad conmovedoras.

lunes, 25 de enero de 2016

EL GUARDIÁN INVISIBLE

Llevaba un tiempo escuchando y leyendo informaciones acerca de las bondades literarias de la Trilogía del Baztán y me resistía porque cuando algo suena demasiado...Al final me acerqué a la primera de las entregas, esta "El guardián invisible" y me encontré con una novela policiaca, ambientada en las brumosas tierras del Baztán, que la autora conoce bien, en Navarra, aderezada con unas cuantas leyendas locales y con una parte más intimista, la que afecta a la policía que investiga los crímenes, que parece un poco forzada. Policiaca, sí, de eso trata: de la investigación de una serie de crímenes: las víctimas, adolescentes, cuyos cuerpos aparecen desnudos, con el pubis rasurado y los brazos en actitud angelical, una fórmula tanto extraña de recuperar su lado virginal. La investigación de estos crímenes la dirige una inspectora que tiene a su favor ser de la zona y, por tanto, conocer mejor a gentes y costumbres. Menudean en la novela, aparte de la investigación propiamente dicha, las alusiones a leyendas, secretos, personajes mitológicos, como el basajaun, y viejas expertas en lectura de posos o de cartas, propias de zonas más o menos remotas, donde los temores campesinos forman parte de la cultura local. Le sobran muchas páginas; no es difícil reconocer al autor de los crímenes, apenas mediada la lectura; el final no es trepidante, sino un tanto atolondrado; y, en definitiva, no acabo de entender muy bien a que venía tanta atención sobre esta novela. Está bien interesarse por lo que hacemos en España; y, por supuesto, apoyar a los más o menos nuevos valores. Pero sobran tanta expectación, por lo menos en esta primera entrega, salvo que en las dos posteriores haya mejorado mucho la cosa. En fin, curiosa pero nada del otro mundo.