lunes, 28 de diciembre de 2015

ÉBANO

Ryszard Kapuscinski, periodista y corresponsal polaco. Para algunos un embustero y fabulador, para otros uno de los mejores periodistas internacionales del siglo pasado. Lo cierto es que sus textos son difícilmente insuperables. Y entre ellos destaca este Ébano, una recopilación de 29 relatos que nos ofrecen una espectacular visión de la evolución de Africa desde mediados de los cincuenta hasta épocas mas recientes, cuando el hambre asueló extensas zonas del continente. Kapuscinski, con escasos medios, fue testigo de excepción de esos cambios, de gran parte del proceso de independencia de los países africanos, de los conflictos más importantes que se desataron durante y después de ese proceso, de la mirada soberbia de Europa sobre un continente en el que solo veían las posibilidades de explotación de recursos e ignoraban o explotaban a sus gentes. Es un testigo privilegiado precisamente porque sus carencias económicas le obligaron a buscarse en muchas ocasiones la vida, viviendo en chozas, compartiendo transportes, instalándose en barrios donde ningún europeo se hubiera atrevido. Tenemos así una visión de primera mano de las creencias, inquietudes, forma de vida y diferencias de los distintos pueblos africanos, muchas veces divididos sin sentido algunos por la torpeza colonialista.
Es un libro imprescindible para acercarse a Africa y nos da claves de algunos conflictos que arrojan una luz distinta sobre los mismos, muy distinta de las meras noticias que nos llegaban por la prensa. Es especialmente clasificadora su explicación de los orígenes y devenir del conflicto entre hutus y tutsis en Ruanda, un pequeño país escenario de uno de los principales genocidios del pasado siglo.
Muchos años después de estos escritos de Kapuscinski vemos que muchos de los conflictos siguen en el mismo punto y la sociedad africana aparece atascada en un círculo feroz de violencia, hambrunas y expolio de sus recursos. Casi nada ha cambiado. Por eso este libro es tan importante para conocer los estragos cometidos por los europeos en Africa, y el panorama desolador y de futuro incierto que presenta el continente.

jueves, 24 de diciembre de 2015

EL HIJO DEL DESCONOCIDO

Alan Hollinghurst es un reconocido novelista británico, cuyas primeras obras supusieron un hito en la llamada novela gay. En esta ocasión se distancia y busca otros escenarios, para recrear la decadencia de un estamento social, rescoldo de la época victoriana, asumiendo formas que recuerdan a la literatura del XIX, aunque con la acción asentada en el siguiente siglo. La novela arranca en el verano de 1913, cuando un introvertido estudiante en Cambridge regresa al domicilio familiar acompañado por un joven, Cecil Balance, aristócrata y poeta en ciernes, con una personalidad magnética que atrapará a todos los que le rodean. Allí escribirá, en el cuaderno de autógrafos de la hermana de George, un poema que, con el tiempo, se convertirá en algo mítico para toda una generación. Su poesía no dio para mucho más, ya que murió pocos años después, en la primera Guerra Mundial. Las dudas sobre a quién dedicó Cecil realmente el poema, si a George o a su hermana, persistirán a lo largo de décadas y darán paso a todo tipo de interpretaciones. Sobre el eje Cecil, Hollinghurst va trazando un complejo cuadro de relaciones, personales y sociales, modos de vida en franca decadencia, la desaparición de la sociedad victoriana, y los estragos que esos cambios causan en varias generaciones. En torno a las familias de Cecil y George iremos viendo  una serie de críticos y biógrafos que además de ir aclarando distintas aristas sobre la personalidad del primero, nos permitirán asistir en primera fila, como si de una obra de teatro se tratara, a las vidas de una serie de personajes interrelacionados, en su mayor parte infelices y aferrados a formas y fondos que se quedan día a día más trasnochados.
Es una novela densa, llena de detalles que a veces irritan por que nada aportan salvo reforzar esa imagen de gente que vive un poco fuera del mundo que les rodea.
En fin una novela para aficionados a la literatura de viejo cuño, con mucho tiempo para dedicar a algo que, me parece, aporta muy poco. Lo raro es que haya aguantado hasta el final.

lunes, 16 de noviembre de 2015

SUMISIÓN

Demasiadas coincidencias con este libro. Salió a la venta el siete de Enero, el mismo día del atentado yihadista contra el semanario Charlie Hebdo. Yo terminé de leerlo apenas tres horas de los atentados en París de la pasada semana. Y estas coincidencia te dejan cuando menos intranquilo, por esa tremenda amenaza que supone el Estado Islámico y toda la pléyade de organizaciones que orbitan en su entorno y que llevan la yijad como bandera. . Y el libro va de Islam, de su expansión en el mundo, pero presenta otra cara, la de una nueva estrategia que, con la moderación como carta de presentación, va ganando posiciones en Europa, ante lo que Houellebecq denuncia como cobardía y silencio cómplice de las élites políticas y los intelectuales.
Lo que cuenta el polémico Houellebecq es la llegada al poder en Francia, mediante las urnas y un apoyo económico exterior ilimitado, del dirigente musulmán Mohhamed Ben Abbes, un político habilísimo, la imagen misma de la moderación y que aparece como el único clavo ardiendo al que agarrarse en un país que está al borde de la guerra civil, ya que enfrente tiene a los ultras de un crecido Frente Nacional. Esa bipolarización entre cristianos y musulmanes se inclina a favor de estos últimos por la solidez de sus valores y una falsa imagen de tolerancia que pronto se verá que no era tal.
El protagonista es aqui un profesor de universidad, que en su cuarentena ha perdido todo su interés por las aulas y la investigación y a quien la toma de la Sorbona por los musulmanes le ofrece la posibilidad de un retiro anticipado muy bien pagado o la continuidad a cambio de prestigio y mucho más dinero de lo que había ganado nunca.
El planteamiento es muy interesante, con reflexiones más amplias sobre el futuro de una Unión Europea cada vez más inclinada hacia el Mediterráneo lo que deja ver que el objetivo parece ser la imposición, por otras vías, del llamado Califato.
lo planteado por Houellebecq no pasaría de ser un ejercicio literario más si no hubiera coincidido con la amenaza islamista sobre Francia, tan viva, lo que ha obligado a ponerle escolta al autor. Malos tiempos para todos.
La novela así, aparte del atractivo que tiene el tema, se hace pesada, a pesar de su brevedad, sobre todo por la gran cantidad de páginas a Huysmans, un escritor francés del XIX, del que no había oído hablar y del que, por lo leído, tampoco me interesa gran cosa. En todo caso tiene interés por lo que plantea, y por esa reflexión general sobre la parálisis   
europea, y sobre todo francesa, ante la desaparición de los valores, el miedo y, al final, la SUMISIÓN ante un fenómeno que presenta como imparable.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

TODO LO QUE ERA SÓLIDO

 Tengo este libro desde hace un par de añ os. Pendiente de leer, porque intuía que había que elegir el momento adecuado para hacerlo, hasta el punto de que ha empezado a amarillear, aunque esto es porque ha estado expuesto al sol una temporada. Pero bueno, había que arriesgarse de una vez, asumiendo que iba a ser una especie de mazazo, espiritual o como se le quiere llamar, del que no habría forma de escaparse. Tengo algunas cosas en común, entre ellas la edad, con Antonio Muñoz Molina, y entre ellas el haber vivido parte de los acontecimientos y deriva social en el mismo punto geográfico y con posiciones políticas cercanas. De ahí que me sienta muy muy identificado con muchas de las sensaciones que nos transmite, con la culpabilidad de la que no podemos huir, con el desencanto ante tanta oportunidad perdida, y con la desazón que produce el creer que pudimos pringarnos más, ser más activos para intentar cambiar las cosas y frenar la caída en el precipicio que no debió ser inevitable.
Es un libro a toro pasado, y por tanto sin soluciones para lo ya vivido. Pero está claro que nunca es tarde si uno quiere salir del pozo, y si somos muchos más fácil todavía. Pero falta ese elemento motivador que nos haga sacudirnos esa inercia de mirar para otro lado, que con los años parece haberse quedado en un ¡virgencita que me quede como estoy!.
TODO LO QUE ERA SÓLIDO es un aldabonazo en nuestra conciencia social, es un repaso a todos los errores, muchos, demasiados, cometidos desde la transición; es un espejo descaradamente  fiable de lo poco que hicimos en los tiempos en los que nos construimos nuestro propio cuento de la lechera, el castillo de naipes que todos temíamos irreal y que acabaría arrastrándonos a este fondo lleno de lodo.
Es fácil acusar a las instituciones, a los partidos, a los sindicatos...que tuvieron una tremenda responsabilidad en todo lo ocurrido. Pero eso no nos quita la responsabilidad por no haber hecho nada o casi nada para cambiar las cosas, para denunciar la corrupción ante la que sonreímos condescendientes o miramos para otro lado; no nos plantamos ante esa atmósfera de que todo era posible, sobre todo el enriquecimiento rápido, de que todo valía en el país de la Champions.... Nos hemos dado el tortazo y Antonio Muñoz Molina pone palabra tras palabra muchas de las cosas que sabíamos y no quisimos reconocer.
Es un libro imprescindible, rebelde, sincero...ante una situación que nos afecta a todos, y ante la que tenemos que reacciones. Lo fue en 2013 y lo sigue siendo ahora. Debería ser texto obligatorio en las escuelas, aunque eso sea impensable en un país como este. Pero aquí  seguimos, ¿habrá que empezar a dar guerra? o ¿nos conformaremos?.

martes, 27 de octubre de 2015

LA MUERTE DEL PADRE

He dejado pasar un tiempo, tras muchos meses de ruido mediático, para acercarme a esta primera entrega de KARL OVE KNAUSGÄRD de ese ingente striptease que suponen los seis tomos de MI LUCHA. Pues de eso se trata, de un desnudo integral, que abarca todos y cada uno de los momentos vividos por este autor noruego, muy alejado de todo pudor y, lo advierte, que no se ajusta de todo a la realidad, en cuanto lo que cuenta se basa exclusivamente en recuerdos y sensaciones que vuelve a tener al escribir.
No es una obra cronológica y el autor apuesta por un arranque muy fuerte, centrado en la figura paterna que tanto le marcará la vida. Es  en cierto modo un ajuste de cuentas con el padre autoritario que, de pequeño, vivió como algo lejano, indescifrable, dominado por el alcohol, causa última de su muerte en condiciones miserables. Y es en este mismo libro cuando el autor parece pretender limpiar la imagen de ese padre de algún modo lejano y desconocido, limpiando el entorno en el que murió, con un empeño obsesivo, que supone también una terapia necesaria desde hace muchos años.
Karl OVE se desnuda ante el lector por necesidad, y lo hace contando muchísimos detalles nimios que, sin embargo, nos ayudan a entender mejor los temores, la soledad, la búsqueda desesperada de un atisbo de cariño de un niño que va creciendo muy solo, ya que su madre se ausente por largas temporadas, y que llegará a los trances de la adolescencia sin apoyo alguno, salvo el de unos abuelos que le acogen mientras va a la escuela.
El libro se vuelve por momentos incómodo, nos hace sentir no vergüenza ajena pero sí la sensación de que estamos mirando demasiado la intimidad de una persona que quizá no debería mostrarla con tanta crudeza. Es verdad que en muchas de las sensaciones que nos cuenta, nos sentimos identificados. Pero también es verdad que es una historia muy personal, que bien podría haber sido el diario de la consulta con su psicólogo si es que alguna vez acudió a ella.
Es una obra intensa, mucho, sin prejuicios, con un punto de exhibicionismo. Interesante, porque no es habitual que alguien nos deje entrar tan dentro de su vida. Pero, al mismo tiempo, es sólo eso: la vida de uno expuesta al gran público. Una vida normal, de las que seguramente hay muchas, con traumas domésticos que se repiten muy a menudo. Y un poco excesiva, no ya por el exhibicionismo de su vida, sino por el volumen de la obra, nada menos que seis libros, muy voluminosos, en los que desconozco si logra mantener el interés que despierta este primero. Yo, de momento, desisto de continuar, aunque reconozco el esfuerzo de este autor, que los escribió en apenas dos años, y con un ritmo, al menos el primero, que mantiene vivo el interés. En todo caso, debió de quedarse a gusto.

miércoles, 14 de octubre de 2015

EL ELIXIR DE LA INMORTALIDAD

Gabi Gleichman, nacido en Hungría, pero creado y formado primero en Suecia y luego en Noruega, firma esta voluminosa novela sobre el clan Spinoza, lo que nos acerca, a grandes trazos, parte de la historia europea desde el siglo XII. Y es que es en ese siglo cuando arranca la historia, y en un pueblo, Espinosa, en lo que hoy es Castilla y León, donde radicaba una familia judía. Su primogénito Baruj recibió la visita del profeta Moisés que le dijo que debía abandonar el pueblo porque estaba llamado a hechos mayores.Y así fue, porque acabó en Lisboa como médico personal del Alfonso Enríquez, y con él arranca una de las sagas familiares más exitosas de la historia europea. Gleichman recurre al último personaje del clan, Ari Spinoza, que es el que narra la historia familiar. Agoniza en Oslo y al no tener descendencia se da cuenta de que todo acaba con él y decide recopilar los datos que tiene, que no son más que recuerdos de lo que le contaba de pequeño, en Budapest, un tío abuelo. Ese recurso literario disculpa exageraciones, inexactitudes en las fechas y lugares  y divagaciones más o menos míticas, que parecen salidas totalmente del Antiguo Testamento. El hilo narrativo se apoya en la existencia de un supuesto libro que contiene el secreto de la fabricación del elixir de la inmortalidad, por el que hasta el mismo Hitler se interesó, y que sólo se transmitía a los primogénitos de la familia.
Es en esa forma elegida para la narración donde habría que obviar además el recurso a viejos tópicos sobre las páginas más negras de la leyenda negra que le colgaron a España, y el protagonismo decisivo que se da a algunos de los Spinoza, que parecieron decisivos en momentos claves de la historia del viejo continente. Especialmente interesantes son las páginas que dedica a Salman Spinoza, el judio errante, o a  Moisés Spinoza, al que atribuye EL LIBRO DEL ESPLENDOR.
En fin, leído con atención, uno concluye que sobran por lo menos doscientas páginas que se van en repeticiones y anécdotas que se apartan de la historia principal, y que hay que tomarse la obra como lo que es, una recopilación inexacta de biografías de los elementos más importantes de los Spinoza, a través de los recuerdos de lo que le contaron cuando era un niño. En todo caso interesante, especialmente para los que quieran saber más sobre la presencia y avatares de los judíos en Europa.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

EL LIBRO DE RACHEL

No tengo muy claro cómo acabó este libro en mis manos o, mejor dicho, en la pila de las lecturas inmediatas, ni por qué me decidí a leerlo. Martin Amis no es un tipo que me apasione especialmente, aunque ha habído novelas que me han gustado, y abordar su primera novela, de los primeros setenta, no aparecía entre mis planes inmediatos. Pero, bueno, el esfuerzo no fue para tanto, aunque bien me hubiera podido ahorrar ese tiempo de lectura para textos de mayor interés.
Y es que esta novela de juventud, del autor, sembrada de guiños autobiográficos, no se cuenta entre sus mejores obras y además está centrada en el siempre recurrente argumento de la adolescencia, o mejor del paso a una cierta madurez.
Y así, casi sin comerlo ni beberlo, me ví embarcado en las ensoñaciones, pataletas, conflictos y decisiones adolescentes en las que parece que se juega la vida misma, de un tal Charles Highway que a punto de cumplir los veinte años se da cuenta que no se ha acostado con una mujer de verdad, más allá de las aventureras con sus compañeras de instituto, y se propone ponerle remedio. De cómo lo hizo, o no, lo vamos conociendo en una especie de relato minuto a minuto del día antes de cumplir esos años.
Martin Amis despliega aquí toda la parafernalia de tormentos, cambios de humor, borracheras sin sentido, coqueteos con drogas, folleteo sin precaución, disputas familiares y la inevitable idealización de una tal Rachel, a cuya conquista se dedica en cuerpo y alma, como si le fuera la vida en ello, no se sabe si para cumplir su objetivo o porque realmente le gusta. 
Aunque la novela tuvo un premio en su día, no está entre las mejores del autor y tiene un interés relativo, probablemente para aquellos interesados en los atormentados tiempos que viven los adolescentes de cualquier tiempo y lugar. No es mi caso.

lunes, 28 de septiembre de 2015

HOMBRES BUENOS

Con Arturo Pérez Reverte me pasa lo que con muy pocos autores. Me puede apasionar en un momento, aburrir en otro y cansar en otro más. Sensaciones encontradas y ,entre ellas, la más importante, que no te deja indiferente. Esta nueva entrega tenía  buenos ingredientes para resultar muy atractiva, y más cuando la base de la historia la constituyen hechos y personajes reales, que aderezó con un poco de ficción por aquí y nombres muy conocidos, que nada tuvieron que ver con la historia principal, por allí. Total que abordé la novela con precaución, pero con mucha curiosidad.
Cuenta Pérez Reverte que cuando buscaba en la biblioteca de la RAE material sobre Don Quijote, se encontró con los 28 tomos de la Encyclopédie de Diderot y D´Alembert, aquella gigantesca obra que convulsionó la Francia prerrevolucionaria. De ese encuentro fortuito surgió la idea de novelar el viaje que dos académicos de la Lengua hicieron a París, a finales del siglo XVIII, para conseguir esos tomos. Una empresa llena de dificultades, entre ellas de la conseguir la obra original, de la que quedaban pocos ejemplares, y que además estaba prohibida oficialmente, aunque consentida.
Pérez Reverte se embarca así en la historia de ese viaje, protagonizado por el marino Pedro Zárate y el bibliotecario Hermógenes Molina, representantes además de las dos Españas de siempre: el primero el que busca el cambio, la innovación y la modernidad de la sociedad, el segundo el que se aferra a las tradiciones conservadoras y siente pánico ante los cambios, tanto si se refieren a la estructura del estado como al papel de la iglesia Católica. Se luce el autor en la escenografía de ese viaje, en la descripción de los personajes y en los intensos duelos dialécticos en los que es tan ducho. Hay un par de situaciones que cierra con demasiada prisa, como si estuviera harto de la historia o alguien le presionara para que la acabara cuanto antes. Por lo demás la narración es tan ágil como suele ser en este autor, muy visual y entretenida.
Pero la novela incluye un recorrido paralelo, el que realiza el propio escritor por los lugares y paisajes que debieron recorrer los dos académicos, y que le sirvieron para recrear mejor las distintas situaciones de la historia. Por momentos esta parte se antoja excesiva y no sé hasta que punto tiene interés saber como se las agencia un autor para dar vida a sus historias. A mi esa parte me aburrió, y mucho, me pareció excesiva y fuera de lugar; más propia de un taller de literatura o de análisis de cómo confeccionar una novela.
En general me gustó, aunque no puedo dejar de señalar que me cansan esos arranques patrióticos que regala con tanta frecuencia Pérez Reverte en muchas de sus obras. Un lamento por la España que pudo ser y que no fue, un tanto baldío  y  que resulta ya fatigante, por reiterado.

viernes, 18 de septiembre de 2015

TRES VECES AL AMANECER

No la he leído, pero en una novela previa, "Mr Gwyn, se menciona esta obra, que se atribuye a un tal Akash Narayan, sin que realmente haya constancia de su existencia. Lo cuenta Alessandro Baricco en el prólogo de "Tres veces al amanecer", que finalmente aparece firmada por él. Un guiño, de los que suele utilizar Baricco, para enriquecer aún más su imaginario literario. Y no es una novela, sino tres relatos  cuyo nexo es la relación entre dos personajes, que no se conocían previamente, y siempre en un mismo marco temporal, la noche en la que ya se adivinan las primeras horas de la madrugada. También tienen en común que son tres historias inquietantes, que marcan un antes y un después en la vida de sus protagonistas y las tres transcurren en el vestíbulo de un hotel. Dice el prólogo del libro que cada encuentro es único y primero, y último y que aunque se trate de los mismos personajes, sus destinos se cruzan en tres momentos distintos de sus vidas. Bueno, en teoría. Pero hay que creerlo si uno mira los precedentes del universo Baricco.
En el primero, una mujer joven entra en el vestíbulo de un hotel que vivió tiempos mejores. Y allí entabla conversación con un hombre, sentado en un rincón, que parece esperar el amanecer para abandonar el lugar con cierta prisa. A través de una conversación muy ágil vamos descubriendo algunas cosas del hombre, a pesar de que se resiste a dar muchos datos, y las razones de su prisa que más parecen las de una huída.
En el segundo, el protagonismo lo asume el conserje de un hotel que, sin quererlo, se convierte en el ángel protector de una joven, casi adolescente, que llega al establecimiento con un joven que rezuma violencia por todas partes.
Y en el tercero, es una policía la que, saltándose las normas, decide trasladar a un niños, que lo ha perdido todo en una tragedia, a casa de un viejo conocido, sin miedo a las consecuencias.
Los tres relatos mantienen con firmeza la intriga hasta el último momento, y dejan abierta las historias sin darnos pista alguna sobre la nueva vida que van a afrontar los protagonistas con la llegada del nuevo día.
Es una gozada leer a un Baricco en plena forma, y en estas historias breves en las que es maestro indiscutible. Una lectura recomendable para estas tardes otoñales que se avecinan.

lunes, 31 de agosto de 2015

EL ENIGMA FLATEY

Un poco de exotismo, al calor de la moda de la novela negra nórdica. Y no puede ser más exótica esta novela que viene nada menos que de Islandia, esa isla escasamente poblada, medio perdida en el Atlántico Norte y de la que apenas sabíamos nada antes de la última crisis financiera, a no ser lejanos recuerdos sobre la procedencia del bacalao. La escribe uno de los autores de moda en la isla-país, Viktor Arnar Ingólfsson, que sitúa la acción en una aldea perdida que conoció desde niño y que está situada en el noroeste de Islandia. La islita se llama Flatey y da nombre a una famosa y sangrienta crónica medieval que cuesta historias de reyes y nobles cuando el país era parte de Dinamarca. Esa crónica contiene un enigma, de difícil interpretación, sobre el que nos va  dando pistas al final de cada capítulo. Pero además descubrimos que la solución a ese enigma está detrás de la aparición de un cadáver en un islote cercano, un descubrimiento que va a poner patas arriba la tranquila rutina de la aldea. Porque provocará la llegada de un investigador, más centrado en sus problemas que en aclarar el caso, y de un periodista, adicto a la botella, que brega también con sus propios demonios. Pronto descubren que el muerto era un prestigioso profesor danés, pero todo son incógnitas sobre las causas de su fallecimiento y cómo fue a parar a semejante lugar. Así las cosas, y mientras se va desvelando poco a poco el misterio, el autor nos ofrece un retrato formidable de la vida cotidiana en ese apartado lugar del mundo, la acción transcurre en los años sesenta,donde la subsistencia es difícil y donde todo apunta a que la población irá desertando poco a poco hacia lugares donde la vida ofrece presuntamente más oportunidades.
Una novela interesante, ya que no responde exactamente al esquema tradicional de la novela negra, que nos aporta un cierto conocimiento de la sociedad islandesa, y como tal recomendable para gentes que quieran saber de otros mundos que no están en el nuestro. Pero, vamos, también se puede pasar olímpicamente de ella.

jueves, 27 de agosto de 2015

EL DÍA DE MAÑANA

Si alguien quiere sumergirse unas horas en la España gris del tardofranquismo, la de los años sesenta y setenta del siglo pasado, por un ataque de nostalgia o por conocer un período sobre el que poco se ha escrito, salvo textos imprescindibles como los de Juan Marsé, nada mejor que acercarse a esta novela de Ignacio Martínez de Pisón. La sitúa en esa Barcelona de los sesenta en la que empezaban a articularse los primeros movimientos de resistencia al franquismo, en muchos casos puro juego de salón, mientras el resto del país, salvo pequeñas excepciones, seguía sumergido en el aburrimiento y la lucha por la supervivencia, un clima que la dictadura mantenía con mano dura en las últimas décadas. Y el foco se va a poner en uno de esos luchadores, en uno de esos resistentes no al régimen sino a las penurias de la vida. Se trataba de sobrevivir y eso es lo que se propuso Justo Gil, que llega a la Ciudad Condal con lo puesto y llevando como sobrepeso una madre impedida. No tiene nada y está decidido a salir adelante, dejando de lado cualquier escrúpulo. No le seguimos directamente, sino que le vamos descubriendo poco a poco, a través de una docena de personajes que tuvieron distintos tipos de relación con él: conocidos de su pueblo, amantes, policias, opositores al régimen. Y es que Justo Gil empieza trabajando en lo que le sale, pronto empieza a montar iniciativas que derivan en estafas y acaba, más por presiones que por convencimiento, como un activo confidente de la temida brigada político social de la policial. No hay contemplaciones con el personaje al que, a pesar de todo, no se le puede condenar:él fue, como otros muchos, un juguete roto de la dictadura, y muchos de sus actos tuvieron que ver más con el comer cada día que con servir al franquismo. 
En todo caso estamos ante un interesantísimo retratado de aquella Barcelona de los sesenta y setenta  en la que muchos que vivieron allí y en otras partes de España se verán reflejados. Advertir que deja un poso amargo en quienes sufrieron aquellos años y en quienes se interesen por un período sobre el que ha habido demasiada amnesia.

martes, 28 de julio de 2015

DE VIDAS AJENAS,

¿Cómo se asume la muerte de alguien muy cercano?. ¿Qué mecanismos pueden llevar a unos padres a aceptar la desaparición, la muerte de su hija pequeña?. ¿Cómo se prepara uno para aceptar su muerte inminente y que impacto tendrá entre los suyos?. ¿Cambia irremisiblemente la vida de los más cercanos?. Estas y otras preguntas con las que se plantea Emmanuel Carrère en esta novela que no es ficción, sino basada en hechos reales. El escritor francés vive de cerca dos tragedias familiares, sin relación entre si, y tarda seis años en darle forma, después de que alguien le invitara a hacerlo porque era eso, escritor.
La primera tragedia sucede en 2003, en Sri Lanka. Uno de los países azotados por el tsunami que arrasó miles de vidas y localidades en varios países asiáticos.El escritor y su mujer, en plena crisis sentimental, intentan un acercamiento en aquel lugar paradisíaco, en principio sin resultado alguno. Todo cambiará cuando una ola gigante arrasa la costa y se lleva miles de vidas. Entre ellas la de una niña  a cuyos padres, también franceses, habían conocido unos días antes. ¿Cómo pueden unos padres aceptar que ya no verán más a su pequeña?. Con un equilibrio increíble, Carrère nos sitúa como espectadores de primera fila de este drama y lo hace sin  dejarse arrastrar por sentimentalismos o lágrimas fáciles. Nos permite asomarnos sin aspavientos al precipicio abismal que se abre en la vida de esos padres que ven trastornada su vida en apenas unos minutos.
Sin relación con esta historia, y una vez de regreso a Francia, la mujer del escritor recibe malas noticias. Su hermana, con un largo historial de lucha contra el cáncer, está a punto de morirse. Aquí el autor entra en más detalles, nos acerca más no solo a la moribunda, sino también a su marido y a sus tres hijas que tienen que afrontar la inminente desaparición de su madre. Y así vemos la ansiedad de la enferma ante un futuro de sus hijas sin madre, la desazón del marido cuya vida giraba por completo en torno a su mujer. La larga lucha de esta contra la enfermedad, sin interrumpir  en ningún momento su trabajo como jueza. Y así nos enteremos que ella, y otros juez, también mermado por el cáncer, habían  sido pioneros en la defensa de los consumidores frente a hipotecas y préstamos abusivos en Francia.
La novela es interesantísima en cuanto nos acerca  a distintas formas de afrontar ese dolor, aparentemente inaguantable, que sobreviene ante la desaparición de un ser querido. Hay mucho trabajo detrás de este texto que, según cuenta Carrère, sometió primero al juicio de algunas de las personas que aparecen en el mismo, y que apenas fue retocado. En todo caso no es una novela de desesperanza, sino un ejercicio muy brillante de realismo ante las sorpresas que nos dan la vida y la muerte.

martes, 30 de junio de 2015

LA METAMORFOSIS

Al cumplirse cien años de su publicación, ha habido un cierto revuelo mediático sobre esta obra significada de Franz Kafka. Y uno, que acababa de salir de la extenuante lectura del superfolletón de Ken Follet, se apuntó al revuelo mediático y releyó esta novela  de pocas página pero de enorme repercusión. LA METAMORFOSIS ha sido una de las obra de Kafka que más interpretaciones ha generado, muchas puramente disparatadas. En mi caso paso de interpretaciones y me quedo con la misma sensación que me causó hace más de cuarenta años cuando la leí en el mismo texto, ahora amarillento, que conservo desde entonces. Y la conclusión es clara: ni me gustó entonces, ni me gusta ahora. Así, sin concesiones.
Uno reconoce lo rompedora que debió ser esta historia, cuando se publicó a principios del siglo pasado, pero en mi caso, llevado por cierta obligación social de leer determinados libros cuando apenas llega a los veinte años, lo hice y, para escándalo de algunos, dije entonces, y digo ahora, que me aburrió solemnemente, que a veces me provocó rechazo y que las interpretaciones que se han hecho, en su mayoría, me parecen un atajo de tonterías.
Para quien no la haya leído, o apenas la recuerde, en resumen cuenta la historia de Gregorio Samsa, un vendedor de telas a comisión que un día se despierta con cuerpo de gran insecto, cuya descripción nos hace pensar desde el principio en una cucaracha. Si esto puede provocarnos repulsión, podemos imaginar la conmoción que provoca entre su familia, el gerente de su empresa, las criadas y unos inquilinos que la familia se ve obligada a meter en casa, ya que el ahora monstruo era el único sustento de la familia.
Junto a las reacciones de rechazo y repulsión, encontramos otras de amor familiar que, poco a poco, y a medida que la situación se enquísta, se van apagando a medida que el problema no se soluciona, toma fuerza el que dirán y van buscando otras vías para su supervivencia económica.
Insisto, supongo que cuando se publicó provocó una gran conmoción, pero vista a estas alturas la historia parece envejecer mal. Y a los que no nos gustó pues eso, que no nos gustó.

miércoles, 24 de junio de 2015

LA TRILOGIA DEL SIGLO

LA TRILOGÍA DEL SIGLO. No se ha quedado corto Ken Follet a la hora de elegir título para esta mastodóntica trilogía, que abarca buena parte del siglo XX. Hay que echarle cierto valor y, de paso, disponer de tiempo para afrontar esta obra que suma  más de tres mil páginas, al menos en la versión que he tenido entre manos. Pero para hablar de algo, nada mejor que conocerlo, así que le he dedicado unas cuantas semanas y, al final, la sensación que tengo es que he perdido el tiempo, demasiado.
El planteamiento es muy ambicioso, en cuanto al tiempo que abarca. El XX ha sido un siglo muy complejo, con dos guerras mundiales devastadoras y el derrumbe de varios imperios cuyas secuelas todavía persisten. Resumir todo eso, aunque sea en una novela de más de tres mil páginas es complicado y lleva a realizar, como no podía ser de otra manera, trazos históricos muy gruesos y endulzar semejante embrollo con una historia cruzadas de varias familias que, en demasiadas ocasiones, cae en el puro folletín.


Como se puede adivinar, la primera entrega, "La caída de los gigantes" se centra en los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial y la revolución bolchevique que acabó con el régimen zarista en Rusia. Ahí, junto a los eventos históricos, vamos conociendo a los numerosos personajes que protagonizan la historia y que son los cabezas de las distintas familias que en Rusia, Alemania, Reino Unido y Estados unidos servirán de excusa para contarnos las tragedias de ese siglo.
Es para mi la más completa de las novelas, quizá por la novedad, y la que se sigue con mayor interés.                   Viene luego EL INVIERNO DEL MUNDO, aquí ya empezamos a econtrarnos con los primeros vástagos de los protagonistas de la novela anterior, que deberán afrontar, con mayor o menos suerte, las consecuencias de la Gran Depresión y la emergencia de los líderes fascistas y comunistas que acabarán llevando al mundo a la Segunda Guerra Mundial. Son también los años de las primeras luchas por los derechos civiles, que ya se apuntaban en la primera entrega, y que se irán consolidando en esta. Algo que hoy nos parece normal, pero que entonces parecía inalcanzable. Empieza en esta novela un intenso cruce de relaciones entre estas familias, que las convierte en protagonistas casi de primera fila de las decisiones que se tomaron entonces en el mundo. Para mí el inicio de un desbarre de Ken Follet que se incrementará, y mucho, en EL UMBRAL DE LA ETERNIDAD, la última entrega.
Y digo desbarre porque ya nos encontramos a los protagonistas en el lecho mismo del presidente Kennedy, de mano derecha de Stalin o Kruschev, parlamentarias británicas rompedoras, o conspiradores destacados contra Hitler. En fin, todo muy forzado y escasamente creíble. Una historia que se sostiene apenas en esta tercera novela y que parece que cansó hasta al propio autor que pareció tomar por el camino fácil.
A la hora de hacer balance, parece excesivo el número de horas que hay que dedicar a recordar una historia que a grandes rasgos casi todos conocemos y en la que no hay aportaciones nuevas. Ken Follet maneja como pocos la metodología del culebrón y hace, a ratos, interesante la lectura, aunque más literariamente hablando poco se salva más allá de su habilidad para escribir diálogos.
Dicho lo cual, y si para alguien sirve la recomendación, mejor dedicarse a otra cosa que tragarse semejante mamotreto que poco o nada nos aporta y tampoco divierte mucho. El que avisa....



martes, 31 de marzo de 2015

FELICES LOS FELICES

"Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor. Felices los felices". Es una cita de Borges. Y es la elegida como guía por Yasmin Reza en esta curiosa entrega de aparentes relatos, que en realidad constituyen una novela coral ya que, según avanza, vamos descubriendo la relación entre todos los personajes. Y es que cada "relato" se centra en uno de los 18 personajes que componen la novela y es a través de él como nos asomamos a un mundo que nos es conocido, un mundo de rutina diaria apenas, plagado de soledad, de rencores menores, de sexualidad insatisfecha  y con arranque que intentan romperla, y que a veces solo se quedan en intentos.
Es interesante esta aproximación de la historia a través de cada personaje, aunque la historia en sí no tenga mayor interés que el presentarnos un retrato del tipo de relaciones en el que vivimos sumergidos, con resonancias que nos son muy cercanas y que, en todo caso, no nos extrañarían si alguien nos las contara.
Tiene buena mano Yasmin Reza para acercarse a la intimidad de los individuos y de las parejas, para trazar los rasgos más frecuentes de las relaciones sociales, a veces sinceras, a veces interesadas, a veces extremadamente egoístas. Hay historias destacadas, como la de la pareja que descubren que las graciosas imitaciones que su hijo pequeño hace de Celine Dion se convierten con lo años en una patología incontrolable. Hilarantes, como la escena que monta una pareja de compras en un supermercado.Extrañas, como la de la mujer que habla con los muertos. Las parejas se van desnudando a medida que se pasan las páginas, y vemos sus miserias y sus momentos de alegría, sus ansiedades y sus escapadas cuando se da la ocasión.
La novela tiene moraleja, que se puede compartir o no, y que cada uno es muy libre de interpretar. Para descubrirla , tan sólo hay que leer el libro.

lunes, 23 de marzo de 2015

AKHENATÓN

Naguib Mahfuz nos regala esta novela sobre uno de los faraones más atípicos de la historia egipcia, que coincidió con el fin de los mejores años del imperio y lo adentró en una decadencia que acabaría en desaparición, aunque muchos años después. Para ello utiliza la mirada de un joven, MIRI-MON, que años después de la muerte del faraón y sorprendido por el poderío que todavía reflejan las ruinas de la ciudad de Akhetatón, inicia una serie de entrevistas con personajes clave durante el mandato del faraón, todavía con vida, entre ellos Nefertiti, que todavía sobrevive en un palacio rodeado por las ruinas de la ciudad. A través de esas entrevistas, nos va perfilando la figura de uno de los faraones mas controvertidos y, sin duda, singular que tuvo Egipto. De aspecto afeminado, con escasas habilidades guerreras, pero de una inteligencia fuera de lo común, Amenofis IV llega al poder, tras la muerte de su padre, con ideas bien distintas a las de este y que pronto serán tachadas de herejía por los poderosos sacerdotes de Tebas, que vieron en peligro sus privilegios. Y es que el joven emperador había descubierto los encantos de Atón, el dios sol, al que decide convertir en dios único y origen de toda vida. En su honor se cambia de nombre por el de Akhenatón y construye desde cero la nueva capital, que sustituirá a Tebas. Construye en tiempo récord Akhetatón, llenándola de palacios y grandes avenidas, todo en honor del nuevo dios, que sustituye a Amón-Ra, el hasta entonces dios todopoderoso dentro del olimpo egipcio. pero el emperador no solo  apuesta por el dios único, sino que cambia radicalmente su política, que pasa ahora a basarse en la paz y la armonía universal, algo que no comparten sus generales, que ven peligrar la seguridad del imperio.Una política tan distinta solo podía despertar temores y conspiraciones entre la nobleza, el ejército y sobre todo los sacerdotes de Amón Ra. Era cuestión de tiempo y se fraguó la conspiración que le apartaría del poder. Akhenatón, personaje fascinante donde los haya, no renuncia en ningún momento a sus creencias y le dejan recluido hasta su muerte, posiblemente asesinado, en la capital que fundó y que fue abandonada de inmediato por la corte y la población general. Una ciudad que le sirvió de prisión a él y a Nefertiti, aunque esta recluida en un palacio en el extremo opuesto al del faraón destituido. 
Mafuz nos presenta la figura de este personaje a través de la visión que de él tuvieron familiares, cortesanos, sacerdotes, militares y la propia Nefertiti. Así vamos descubriendo los pasos que llevaron al joven faraón a ir consolidando su línea espiritual y política, especialmente chocante para aquella época, pero que, al menos, han dejado un profundo rastro en la historia del antiguo Egipto. Interesante, aunque sobre este mismo faraón hay mucho escrito.

sábado, 21 de marzo de 2015

EL CEREBRO DE ANDREW

Doctorow, uno de los grandes de la narrativa norteamericana contemporánea, se aparta de sus tradicionales novelas de base histórica para adentrarse en otra historia, la que ha quedado en el cerebro de Andrew, sus vivencias, su memoria, las coincidencias o no con una realidad vista a través de su cerebro. La novela es casi un largo monólogo, salvo por breves frases intercaladas de cuando en cuando que nos indican que puede estar contando su historia a un doctor o a un psicólogo o psiquiatra. Andrew va desgranando, de forma muy desordenada, como si intentara trasladarnos sus pensamientos, lo que ha sido su vida hasta entonces.Dos tragedias que le han marcado irremediablemente y que probablemente le haga presentarnos una realidad un tanto alterada precisamente a causa del sufrimiento. Y eso a pesar de que intenta, en todo momento, presentar su narración desde un plano distante, como forzándose a ser objetivo. Pero en el fondo subyace una enorme resignación ante los percances de la vida y su huída de ciertas responsabilidades no ayuda a explicar por qué la tragedia se ha cebado de esa forma con él. Un hombre que, en principio, lo tenía todo para llevar una vida apacible, un profesor universitario que pudo tener un futuro prometedor como investigador pero que, por los golpes de la vida, acaba primero en una universidad de medio pelo y luego en un despacho en el sótano de la Casa Blanca por una extraña relación de su pasado.
Atrapa esta novela. Y eso en que hay momentos en que parece que no da más de si. Momento en el que Doctorow da un giro inesperado y vuelve a atraparte. Una gozada en todo caso, para disfrutar con la buena literatura.

lunes, 16 de marzo de 2015

LA SOMBRA DE LO QUE FUIMOS

No necesito que me convenza nadie para abordar una novela, cualquiera, que lleve la firma de Luis Sepúlveda. Le tengo especial querencia y no deja de admirarme su manera de narrar tan sencilla y, a la vez, tan trabajada. Y no me ha defraudado este LA SOMBRA DE LO QUE FUIMOS, un texto que protagonizan un grupo de sexagenarios, todos regresados de largos años de exilio, que rememoran tiempos pasados, dentro y fuera de Chile, y que esperan en un garaje dar un último golpe que, de alguna forma, les resarza de tantas frustraciones vivías.
Son tres los veteranos militantes de izquierda los que esperan a un cuarto que les va a desvelar como dar ese golpe. El problema es que fuera hace un tiempo horrible, no para de llover, y el esperado nunca llegará porque morirá de la forma más absurda, alcanzado por un tocadiscos lanzados desde un piso en el que se vive una bronca conyugal más.
Ese tiempo de espera les llevará a rememorar los años de juventud, los años de militancia, sus  diferencia ideológicas, los momentos de confusión y angustia durante el golpe de Pinochet y sus experiencias en los paisajes ajenos y extraños de los países que les acogieron durante más de treinta años de exilio.
Si alguien busca aquí una crónica de la dictadura o de los exiliados, puede que se sienta defraudado.No es tal. Sí es una apasionada puesta en común de las experiencias individuales de personas comprometidas con su país, cuyas vidas quedaron marcadas para siempre por el golpe pinochetista. Un buen ejercicio de memoria histórica, sobre los errores propios y ajenos en un tiempo en el que el país ha recobrado la normalidad democrática.

lunes, 9 de marzo de 2015

WILL GRAYSON, WILL GRAYSON

Hay fenómenos, de cuando en cuando, muy extraños. Y luego está la moda. Y en la literatura a veces ocurre. Y este es el caso. John Green y David Leviathan, con conocidas carreras en solitario, se unen para crear este...bueno, esto. Y dicen sus padrinos que ya llevan vendidos unos quince millones de ejemplares en todo el mundo. Bueno, ejem...Hay dichos populares en castellano que vendrían que ni pintados...Veamos, esta es la historia de dos Will Grayson. Yo no sé si en el mundo anglosajón estos son nombre y apellido muy frecuentes. Pero el caso es que en esta novela parece que es así. De hecho dos de los protagonistas llevan el mismo nombre y apellidos, los dos son adolescentes y los dos viven en Chicago. Y además se encuentran, por razones diferentes, en una sex-shop. Uno es gay, con tendencias depresivas objeto de burla de una amiga que quería ser algo más. El otro no se decide si tirarle los tejos a Jane, porque sexualmente no se aclara. Y en medio de ambos está Tiny, un jugador de fútbol americano, tirando a grande y gordo, gay hasta la médula y empeñado en contárselo a todo el mundo a través de un musical.
Y no sigo...Delirante. Y, además, los susodichos autores experimentan con algo tan "novedoso" como olvidarse, cuando les da la gana, de las mayúsculas y puntuaciones varias. Vamos, penoso. Aburrido. A ratos hasta cutre. Qué pena que se gaste tanto papel.
Uno tiende a ser respetuoso con los autores, pero folletines de este calibre, mejor a la basura. Ni es literatura fresca, ni rompedora, ni siquiera interesante. Por mi, directamente a la basura.

miércoles, 4 de marzo de 2015

LAS INVIERNAS

Cristina Sánchez-Andrade nos regala en LAS INVIERNAS  una inmersión profundísima en la España más recóndita de los años cincuenta, aquella que vivía sumergida en la desmemoria impuesta tras la tragedia de la guerra civil. No es una novela al uso sobre los efectos y resacas de la contienda del 36, sino algo que resulta mucho más cercano, a pesar de que  de esa España, afortunadamente, ya apenas queda rastro.
Las protagonistas, Dolores y Saladina, son dos jóvenes que deciden regresar a su aldea, en la remota Tierra de Cha, en Galicia, después de pasar varios años en Inglaterra, a donde fueron enviadas  de niñas en 1936 al estallar la guerra civil. Allí sobrevivieron a base de trabajos domésticos y en hostelería, pero aprendieron inglés e hicieron sus pinitos en el cine, un arte que será su gran pasión de por vida.
Vuelven a la aldea no solo por nostalgia, sino por un asunto oscuro que quieren dejar atrás tras su breve paso por La Coruña. Así se instalarán en la casa medio en ruinas del que fue su abuelo, Reinaldo, un adelantado de su tiempo, del que la gente del pueblo se muestra reacia a hablar, ya que fue ejecutado durante la guerra.
Las dos hermanas intentan mimetizarse en la aldea, integrarse, pasar desapercibida. Y así van conociendo a la viuda que no quiere dejar de serlo a pesar de haberse casado de nuevo, al marinero que mamó las tetas de su madre hasta los siete años, al cura glotón que sube cada día a dar la extremaunción a una centenaria que se resiste a morir...Y será esta última la que destape la caja de los truenos al pedir a las hermanas el documento por el que vendió su cerebro al abuelo para investigaciones una vez que hubiera muerto. Al final son muchos más los que habían vendido sus cerebros y el asunto se irá complicando. Hay otro plano más personal, para las hermanas, en la novela que tiene que ver con la llegada a España de Ava Gadner para rodar PANDORA Y EL HOLANDÉS ERRANTE, que revive en ellas la pasión por el cine y el intento por entrar en el rodaje.
La novela tiene de todo, consigue transmitir ese ambiente rural de aparente calma bajo la que se adivina que hay tormenta, nos acerca distintas pasiones que mueven a los habitantes de la aldea, a veces cargadas de humor, y hace trazos gruesos de las consecuencias, que perdurarían tanto tiempo, de la terrible guerra civil. Y además está espléndidamente escrita. Para no perdérsela.

viernes, 27 de febrero de 2015

LA NIETA DEL SEÑOR LINH, de Philippe Claudel

Es más que un relato, se queda en novela corta y se lee de un tirón. Porque, una vez empezada, no hay forma de dejarla.Es una de esas historias que remueven, que hablan de un desastre, de una tragedia, pero en las que flota la esperanza de que todo no es tan malo como parece. Philippe Claudel  cuenta con emoción apenas contenida el amor de un abuelo por su nieta, el despliegue de sus disminuidas fuerzas hasta la extenuación para protegerla. Huyen de una guerra que les ha privado del resto de la familia, de sus vecinos, de sus casas, de su pueblo, de su país...Se convierten, sin quererlo, en refugiados en una tierra lejana y muy extraña. Nada es como en su pueblo, nada es reconocible y la lengua también es distinta. Pero hay que sobrevivir y la máxima prioridad en momentos tan adversos es la nieta, que se pasa la mayor parte del tiempo dormitando en brazos de su abuelo. Es emocionante la incansable búsqueda por una ciudad desconocida que el abuelo Linh , con su nieta en brazos, emprende para buscar al único amigo que ha hecho desde que ha llegado: un hombre gordo, habitante de la ciudad, que recientemente ha perdido a su esposa, y con el que ha logrado comunicarse de una manera especial ya que no hablan el mismo idioma. Una búsqueda incansable del amigo, al que ha perdido porque los servicios sociales les trasladaron a otro lugar de esa gran ciudad que desconoce.
Emocionante, tierna, esperanzadora. Un maravilla de novela, cortísima, de un Philippe Claudel en estado de gracia, después de su maravillosa "Almas grises" y antes del impactante "El informe Brodeck". Genial el francés.

viernes, 20 de febrero de 2015

OJALÁ NOS PERDONEN, de A.M.Homes

LLeva diez libros hasta la fecha, pero este es el primero al que me acerco. Y lo hago porque desde hace tiempo me asalta su portada desde los puestos de novedades de las librerías. Y ha sido un hallazgo. Y un hallazgo curioso, porque sin sorprender, y con personajes reconocibles (más que nada por costumbre de tantas series y películas norteamericanas que nos hemos tragado) se lee con interés  y se sobrevuelan situaciones realmente dramáticas sin que ese dramatismo nos sobrecoja.
Es una maestra Homes. Y no es para menos, porque al parecer lleva diez novelas en su haber y todas  de gran éxito.
Como decía, ni el escenario ni los personajes nos sorprenden, a pesar de sernos tan extraños. La memoria audiovisual la tenemos acostumbrada a las rarezas norteamericanas, e insistir en esos modelos es lo que parece que se le da pero que muy bien a la escritora estadounidense.
Esta novela tiene más de seiscientas páginas, pero es difícil saltarse ni siquiera una. La historia atrapa, a pesar de las excentricidades y las situaciones que, entendemos, solo pueden darse en la sociedad norteamericana. Abarca desde un día de Acción de Gracias hasta la misma celebración del año siguiente. Un año que pondrá patas arriba las vidas de los personajes, que, a pesar de todo, sobrellevan los cambios dramáticos con toda naturalidad.
En el primer festejo, la insinuación sexual que Jane hace a su cuñado, el hermano mayor de George, en la cocina ya nos pone en alerta de que algo va a suceder muy pronto. Y apenas unas páginas después la acción se acelera increiblemente. Un atropello con víctimas, un niño huérfano, su causante víctima d  un fuerte desequilibrio psíquico, que le venía de antes, más huérfanos y un cambio de vida brutal para todos ellos, en especial para Harry, el hermano mayor. Él nos servirá de eje en toda la narración, porque además de ver lo que ocurre a través de él, está en todas las salsas y es coprotagonista del episodio que trastornará  y romperá la armonía existente. Harry es un profesor universitario, especialista en Nixon y futuro autor de un libro sobre el expresidente en el que trabaja durante años y cuyo final nunca parece cercano. El será el centro de un nuevo hogar que acogerá a los supervivientes del naufragio familiar y próximo.
Homes tiene una peculiar forma de narrar, cargada de humor y de distancia suficiente para atemperar las situaciones dramáticas, hacerlas creíbles por inevitables y asumir que las cosas son así por alguna razón que se nos escapa y hay que aceptarlas.
No es una resignación con sufrimiento. Al contrario. Y a lo largo de ese año no solo encontraremos desavenencias conyugales, incomprensiones paternas, mosqueos familiares, sino también elementos muy actuales como la presencia de internet como nueva forma de relación o disparatadas fórmulas de ayuda a desfavorecidos.
Es una historia rara. Muy propia de esa imagen que tenemos de familias norteamericanas disfuncionales y desestructuradas, pero que parece responder a cierta realidad: la que se vive en los apacibles suburbios de las grandes ciudades norteamericanas.
 En resumen, un retrato memorable de nuestros días...en Estados Unidos.

martes, 17 de febrero de 2015

ASÍ EMPIEZA LO MALO

He llegado a esta novela influido por dos factores de mucho peso: la casi unanimidad de los críticos, que se han deshecho en alabanzas hacia la nueva entrega de Javier Marías y mi inocultable admiración por un autor que "escribe como los ángeles" por así decir y que me deja fascinado cada domingo en su columna del colorín de "El País".
Con semejantes condicionantes era difícil leer una novela que "todo el mundo" califica de excelente y, posiblemente, imposible abordarla de forma crítica. Pero resumiendo, a mi no me gustó. Y no es por ir contracorriente. En absoluto. Pero me pareció tremendamente aburrida, con unos personajes bastante alejados del común de los mortales teniendo en cuenta el momento en que sitúa los hechos y en una España que ,los que tenemos una cierta edad, vivimos y conocimos bastante bien.
No sé que le pasa a la literatura española de nuestros días, pero hay demasiadas historias sin interés, incluso aunque se ubiquen en situaciones históricas sobre las que vuelve el interés público.
Y es que Javier Marías situa esta novela en la transición, y es en sus notas sobre esta donde deslumbra. Pero la historia en sí no cuaja. Un director de cine de capa caída, metido en una matrimonio que no funciona por culpa de una vieja mentira que marcará el resto de sus días. El narrador, un joven contratado para ayudar al director, que poco a poco se ve involucrado en ese extraño mundo lleno de mentiras y medias verdades, de secretos que no lo son tanto, de ocultaciones del pasado que vuelven con fuerza.
Es un mundo obscuro (sí, perdóneseme la licencia de optar por "obscuro" en lugar del oscuro requerido por la RAE, pero es que me parece que refleja mejor esa sensación que pretende definir), ajeno, un tanto elitista, en el período de la TRANSICIÓN que tantas mentiras y secretos tuvo.
La novela es muy lenta, con demasiadas páginas, excesiva adjetivación, y disgresiones que dificultan su seguimiento. Es verdad que se acelera y coge garra en el último tercio, pero la historia roza peligrosamente el culebrón por momentos y defrauda. Al menos a mi.
A ver, tiene momentos buenísimos. Párrafos donde aparece el genio indudable de Marías. Pero no es una novela completa. Y bien que lo siento. Otra será.

miércoles, 4 de febrero de 2015

BLOODY MIAMI

El que tuvo retiene, creo que dice el dicho. Y eso es lo que hace Tom Wolfe que ha tardado muchos años, hasta esta novela, en recuperar el pulso de aquella forma de narrar que tanto nos fascinó en "La hoguera de las vanidades". Vuelve Wolfe por sus fueros, con esa forma de contar las cosas que nos recuerda modelos periodísticos y vuelve a retratar la sociedad norteamericana como él y pocos más saben hacerlo
Para ello, en esta ocasión, elige Miami, la más variopinta de las ciudades estadounidenses, la única donde una minoría extranjera y sus descendientes inmediatos son mayoría y controlan los resortes del poder, la policía y buena parte de la economía local, hasta el punto que a los descendientes de los anglos les llaman "canadienses".
Tom Wolfe es un magnífico observador y un magnífico retratista del momento. Y para  "explicarnos" Miami se apoya  en dos jóvenes bien distintos: un periodista joven y ambicioso, un wasp (White Anglo-Saxon Protestant), llamado para mas inri John Smith, del que sabemos muy poco y menos de las razones que le llevaron a instalarse en la ciudad; el otro, Nestor Camacho, un policía veinteañero, cubano de segunda generación, cuya dedicación desatará involuntariamente varios conflictos muy serios en Miami.
Smith, contra la opinión de su jefe, otro Wasp recién llegado a Miami que no acaba de entender como funciona la ciudad y solo quiere integrarse cuanto antes, empieza a tirar de un hilo que puede dejar en el ridículo más absoluto a todas las fuerzas vivas de la ciudad, embaucadas por un oligarca ruso que responde a todos los tópicos imaginables para este tipo de personajes.
Contará Smith con la ayuda de Nestor, después de que fuera apartado del servicio en primera línea, tras el salvamento de un balsero que luego será deportado lo que provocará las iras de la comunidad cubana que reniega de él. Tratado como un héroe por unos y como traidor por los suyos, Nestor se meterá en otro follón racial, durante la detención de un camello negro, donde usó la fuerza y quedó inmortalizado por un video que fue pasto de las redes.
En todo caso, las investigaciones de ambos y los conflictos generados por las actuaciones del policia dejarán a la vista los complejo elementos que llevan a tomar decisiones políticas, las arbitrariedades, el difícil equilibrio racial, las corruptelas de todo tipo. Además Wolfe hace retratos fascinantes de distinto personajes: el alcalde cubano, la joven que aspira a salir de una comunidad que la asfixia y que apunta a lo más alto, el psiquiatra  especializado en adicciones sexuales de los ricos, el multimillonario despilfarrador, el pintor que sobrevive a base de falsificaciones; y los completa con descripciones muy detalladas  de los sitios donde se mueves: desde un puticlub de medio pelo, a una feria de arte y sus trapicheos, las urbanizaciones de lujo o los majestuosos pasillos del ayuntamiento. 
Bloody Miami es un fascinante cuadro de una ciudad en la que, según Wolfe, todo el mundo odia a todo el mundo. El libro, desde luego, casi se lee de un tirón.

lunes, 26 de enero de 2015

LA SOBERBIA JUVENTUD, de Pablo Simonetti

Es "La soberbia juventud" una novela que nos recuerda lecturas pasadas, escenarios ya conocidos, tramas ya desveladas, aunque en esta ocasión todo esté subrayado por el componente homosexual. Pablo Simonetti, además de un escritor reconocido en Chile y en toda Latinoamérica, es un militante muy comprometido con la lucha de la LGBT y la visibilidad de las otras sexualidades, y en esta novela ha dado un paso más, hasta el punto de reconocer que en ella hay muchos elementos autobiográficos.
Estamos ante una historia que gira en torno a Felipe Selden, un joven arquitecto de clase alta, en la capa social más conservadora de Santiago y muy vigilada por el Opus Dei. Felipe es guapo, tiene futuro profesional y le espera una fortuna que le asegura una vida  que invitaría a realizar muchos saltos mortales porque la red que le ampara es muy consistente. Pero Felipe, muy joven, está en una fase en la que le cuesta decantarse, con una tremenda lucha interior para reconocer su identidad sexual, y acosado por valores y familia que no aceptan esa identidad. Su vida nos la cuenta Tomás Vergara, un escritor conocido, homosexual y que reconoce desde el principio que se enamoraría de Felipe si no les separaran tantos años. Es a través de lo que cuenta Tomás, de las confidencias que le hacen tanto Felipe como sus amantes y amigos, como vamos entrando en ese círculo social de altura, tan alejado del resto de los ciudadanos, en el que hay luchas intestinas, envidias, maniobras oscuras ...pero en el que también cabe el amor. 
Es una historia que resulta demasiado ajena, tanto por el círculo social en el que transcurre, como por la falta de anclaje en la sociedad de la que se nos habla, la chilena. Es un melodrama que puede situarse en cualquier otro país, que explora historias ya conocidas de ocultamiento,de miedos, de inseguridad, de rebeldía, de hipocresía social, y con personajes como el de la tía superrica, que resulta ser la más comprensiva y la que de hecho facilitará la liberación personal del protagonista, que suenan ya a conocidos cuando no manidos.
 En fin, una historia que no va mucho más allá, que parece repetida y que tampoco ayuda a conocer mejor el contexto social actual de la sociedad chilena.