jueves, 26 de diciembre de 2013

OPERACIÓN DULCE, de Ian McEwan

El autor de Expiación, o de Amsterdam o de su más reciente Solar, trae en esta ocasión un curioso puzzle en el que se mezclan espionaje, relaciones amorosas, secretos que no lo son tanto y vueltas de tuerca que por momentos pueden desorientarnos pero que, como es lógico, todo acabará encajando. La acción se sitúa en los años setenta: años duros para el Reino Unido, con problemas energéticos, una huelga minera que pone al gobierno contra las cuerdas, una creciente violencia en el Ulster que alcanza también a Inglaterra y una crisis que pone en duda la misma existencia del país. En ese contexto empezamos a seguir a Serena, hija de un obispo anglicano, que por cuestiones prácticas estudia matemáticas en Cambridge, aunque su única pasión es la literatura. Allí, a través de un profesor, será reclutada para el MI5, el servicio de espionaje británico, que se servirá de ella para poner en marcha una nueva operación, de tipo propagandístico, que, a imagen de lo que hacen los norteamericanos, intentará reclutar a intelectuales para su guerra fría con la URSS. La operación, sin embargo, aunque con el mismo objetivo tiene métodos distintos, pues los fichados ni siquiera pueden enterarse de que en realidad están sirviendo a intereses superiores.
Y aquí entra Serena, que será la encargada de ofrecer financiación a un joven profesor que hace su primeros pinitos como escritor. Le tiene que convencer de que la excelencia de su escritura le ha hecho merecedor de una generosa financiación que le permitirá dejar su trabajo y dedicarse por entero a la creación literaria. Todo se empezará a complicar cuando ambos se enamoran y los celos de un tercero, agente del MI5, entran en juego.
La novela tiene momentos de calma, salpicados de otros de mucha intriga, y cambios en la narración que van aumentando esta hasta un final sorprendente que obviamente no voy a contar.
Una entretenida novela, con la calidad habitual de McEwan.

MEJOR HOY QUE MAÑANA, de Nadine Gordimer

Por pura casualidad comencé a leer esta novela dos días antes de la muerte de Nelson Mandela. Así que la leí arropado por la montaña de información que durante varios días aparecía por todos lados sobre Madiba, su papel en el fin del apartheid y la realidad actual sudafricana.El libro de Nadine Gordimer es un resumen adelantado de esa Sudáfrica, desde el fin del odioso régimen racista hasta el año del mundial del fútbol. En la novela están todos los elementos que nos ayudan a comprender el proceso vivido y el resultado en estos días. Tantas esperanzas puestas en la democracia para todos, tantos errores posteriores, tanta corrupción, tanto desaliento y también un futuro al que agarrarse porque tantos años de lucha no pueden tirarse al cubo de la basura de la historia. 
La Premio Nobel de 1991 nos regala aquí un recorrido en primera fila por la realidad sudafricana, sin caer en la desilusión ni la desesperanza a las que conducen tantas frustraciones diarias. Las vivimos a través de una pareja mixta: Steve, descenciente de los antiguos opresores blancos, y Jabu, joven de la mayoria de la mayoría negra. El primero queda redimido por su pronta incorporación a la lucha contra el apartheid. La segunda vive una doble liberación, porque además de luchar contra el régimen, tiene la oportunidad de irse a Suazilandia a estudiar, algo que para las jóvenes en esos años, y además de la oprimida mayoría negra, era casi un imposible. Se conocen fuera, se hacen pareja, se casan desafiando las leyes del régimen, y regresan con la caída de este. Junto con otros viejos compañeros de lucha se instalan en una urbanización, reservada hasta entonces solo para blancos, y desde allí, desde su incorporación a la vida normalizada asistimos a los cambios que se van produciendo a su alrededor y en su vida cotidiana.Las esperanzas de primera hora se ven pronto frustradas: violencia, corrupción,incumplimiento de promesas y cambios demasiado lentos en un país en el que, más de diez años después del fin del régimen racista, la minoria blanca sigue controlando el poder económico y nace una nueva casta de la mayoría negra, la que llega al poder, que se enriquece y se enfanga cayendo en errores que se creían superados.
A través de esa parece asistimos primero a la euforia y luego al desencanto ante la situación. Hasta el punto de que, ya con dos hijos adolescentes, se plantean seriamente irse del país y buscar un futuro distinto en Australia.
Sin duda es esta novela un documento de primerísima mano para cononcer la actual  Sudáfrica a través de una escritora que ni fue complaciente con el régimen racista, ni lo es con el que ha frustrado a tanta gente y todo sin abandonar la esperanza.

domingo, 1 de diciembre de 2013

EL CUERPO HUMANO, de Paolo Giordano

Cinco años después de la sorprendente y exitosa LA SOLEDAD DE LOS NÚMEROS PRIMOS, Paolo Giordano firma esta nueva novela. Tenía riesgo, porque después del bombazo editorial de la anterior, el listón estaba muy alto. Pero no ha tenido problema. No defrauda  EL CUERPO HUMANO, una historia de instantes, de personas, de ansiedades, de problemas cotidianos...y en un marco difícil, una de esas instalaciones militares existentes en Afganistán, aisladas de todo, cuya presencia allí es difícil de explicar. Si al comienzo de la novela asistimos a la partida hacia el país asiático de un nuevo contingente, en el que iremos conociendo a algunos de los protagonistas, pronto el texto se recrea que describirnos la cotidianidad de la vida en el campamento, en medio de una nada que huele a peligro, en un abrigo que intentan hacer confortable aunque todo huele a provisionalidad. El protagonistas principal es Alessandro Egitto, un traumatólogo que por necesidad se convierte en el único responsable médico del centro. Es a través de él donde conseguiremos la visión más completo de lo que ocurre allí, a pesar de que es un dependiente de ansiolíticos para soportar una carga familiar que cada día le es más ajena, y la irrupción de un antiguo fantasma amoroso que le va a perseguir hasta ese mismo sitio y que condicionará su futuro. El subteniente René, el cabo Cederna y su ambigua amistad con el cabo Ietri, o el cabo primero Torsu, cuya intoxicación alimentaria tendrá influencia en la historia, son otros tantos personajes, cada uno con su pequeño universo, sus frustraciones y esperanzas, y todos en permanente cuenta atrás para abandonar ese destino. La aparente calma que reina en el recinto no les tranquiliza: En el desierto que les rodea saben que hay peligros, mayores aún por invisibles, y que, saben, en algún momento tendrán que afrontar. A todos ellos les marcará la vida una salida, un convoy que debe escoltar a unos camioneros locales, en una misión en la que desde el principio sospechan que algo va a salir mal.
No creo que pase a la historia de la literatura, pero la novela se lee bien, y ofrece una interesante aproximación al día a día de miles de jóvenes de medio mundo que han tenido y tienen la desgracia de pasar por esa experiencia afgana.

martes, 19 de noviembre de 2013

LOS PRIVILEGIOS, de Jonathan Dee

Esta es la quinta novela de Jonathan Dee, las cuatro anteriores al parecer no están publicadas en España. Y viene con el respaldo, nada menor, de Richard Ford y Jonathan Franzen, también especialistas en detallarnos el modo de vida americano. Y ese es el ejercicio que aquí realiza Jonathan Dee, neoyorquino, que situa buena parte de la trama de esta novela en esa ciudad que tan bien conoce. Y no solo en cuanto a la ciudad misma, sino a su gente. Porque a fin de cuentas Nueva York es el imán que atrae a muchos de los que sueñan con ese famoso "hacerse a si mismo" que tanto fomentan en el EEUU.
Y de eso trata la novela. De triunfadores. Y, por una vez, abandona la moralina habitual y los que infringen la ley, no son necesariamente castigados.
Todo gira en torno a la familia Morey. La novela arranca con la boda de los jovencísimos Adam y Cynthia: de la universidad directamente al matrimonio y la vida adulta. Una relación muy fuerte que se mantendrá a lo largo del tiempo y que aparece configurada desde el principio con el viejo esquema de él gana dinero y ella se ocupa de la casa.
Se saben triunfadores desde el principio. Son guapos y cada año que pasa tienen más dinero, gracias a a las habilidades de Adam como gestor de inversiones, que no solo se lleva un pastizal en su trabajo sino que utiliza la información privilegiada para realizar sus chanchullos que le generarán jugosas cantidades a esconder en paraísos fiscales. Y así mientras el uno se hace con millones, la otra cuida de los niños, dos y muy guapos, y dedica su tiempo a decorar apasionadamente cada casa que van comprando. 
Durante buena parte de la novela se tiene la sensación de que algo va a pasar, y para mal. Pero ahí está el juego de Dee con los lectores: nada de ideas preconcebidas. Los otros dos personajes importantes son los hijos: April, cada día más perdida y buscando en que ocupar su tiempo, y Jonas,con un enfermizo gusto por la música de generaciones anteriores y una desesperada obsesión por encontrar su lugar en el mundo.
Son el núcleo duro familiar, al que sólo asoman de forma tangencial padres y padrastros. En el que no aparecen apenas amigos, aunque sí montones de conocidos, muchos por el fuerte olor del dinero.
Rompe esta novela algunos esquemas, a pesar de trabajar con muchos tópicos. Y retrata a una élite social muy propia de Estados Unidos, donde lo imporante es amasar dinero, cuanto más mejor, aunque realmente no se necesite tanto. Y sin escrúpulo alguno al hacerse con ello, aún a riesgo de saber que se están vulnerando las leyes y podría darse el caso de perderlo todo en un momento.
En fin, entretenida y con momentos que llegan a atrapar previendo cosas que al final no ocurren.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

JUEGO Y DISTRACCIÓN, de James Salter

Dicen los entendidos que JUEGO Y DISTRACCIÓN supuso la consagración de James Salter como novelista y le convirtió en un nuevo clásico de la literatura norteamericana. Si ellos los dicen...La novela fue escrita en los sesenta, publicada en 1967, pero tiene tal frescura que podría haber sido escrita en la actualidad. Es verdad que la acción transcurre en la Francia de esos años, y que aquellos americanos ociosos que se permitían largas estancias en nuestro dulce país vecino, parecen ser cosa del pasado. Pero la descripción de los sentimientos, de la pasión, de los entresijos de una relación son absolutamente modernos.
Salter utiliza un lenguaje muy sencillo, con abundancia de frases cortas, para contarnos la relación imposible entre un joven norteamericano, Dean, que abandona Yale y se va a Francia, con el dinero de su padre, a encontrarse a si mismo. Una excusa como otra cualquiera para pegarse la vidorra hasta que el padre corta el grifo. Meses en los que deambulará por la Francia profunda, con un descapotable, al que incorpora a una joven provinciana, Anne Marie, por la que siente una pasión irrefrenable. A lo largo de la novela asistimos al avance de esa relación, al sometimiento de la joven a Dean, a las primeras dudas de este, y a su anunciada fuga al final, cuando decide, la falta de dinero aprieta, que lo mejor es volver al redil, es decir a Estados Unidos. La narración parece tranquila pero esconde algunas cargas de profundidad en lo que se refiere a la relación amorosa y su discurrir y cuenta la peculiaridad de que es narrada por un tercero, amigo de Dean, que más parece un voiyeur que un narrador imparcial. Claro que es este el que nos conduce desde el principio por esta historia que tiene datos colaterales, como sus amistades en París, todas de posibles, o su retiro a la provinciana Autun, donde no está muy claro que hace aparte de leer y observar los amorios de su amigo. El mismo narrador advierte que todo lo que cuenta no responde fielmente a la relación, sino que tiene aportaciones propias, fruto de su imaginación y de lo que deduce de lo que le cuenta Dean.
Hay quien compara a Salter con Hemingway y Scott Fitzgerald. Son palabras mayores. Pero lo cierto es que estamos ante un redescubrimiento del primero que nos confirma su extraordinaria habilidad como escritor y contador de historias. Desde luego en esta se luce.

sábado, 26 de octubre de 2013

UNA MEZCLA DE FLAQUEZAS, de Robertson Davies

Robertson Davies, escritor canadiense fallecido hace dieciocho años, cierra con UNA MEZCLA DE FLAQUEZAS, la llamada trilogía de Salterton, tres novelas independientes pero que tienen como enlace esa localidad y una pareja, Solly y Verónica, cuya relación se va conociendo a lo largo de las mismas. Solly es hijo de Louisa Bridgetower, una rica y engreída señora de toda la vida, de esa ciudad. La muerte de esta desvela un testamento de armas tomar. A su hijo le deja apenas una pensión de cien dólares y condiciona que le entreguen el resto de su fortuna a que tengan un hijo varón. Mientras tanto todo queda en manos de un fideicomiso, cuyos intereses anuales se dedicarán a pagar la formación artística de una joven que habrán de elegir con cuidado.
Un dineral que le tocará a una joven, Mónica, que destaca por su voz, que malgasta en el coro de una iglesia. Como si le hubiera tocado la lotería, la joven elegida se va a Londres para formarse bajo la dirección de un prestigioso músico que a su vez la derivará hacia otros expertos en composición, canto, y cultura general.
Como esperar, Londres deslumbra a la joven paleta al principio, en un divertido ejercicio de contrastes entre la sencillez del Dominio canadiens y los estiramientos propios de la sociedad londinense. Aparecen personajes muy peculiares, muy british, no faltan los tópicos y en medio del humor que marca casi toda la novela no faltan momentos dramáticos que ayudan a sobrellevarla.
Es una novela de los años cincuenta y como tal se queda bastante anticuada, sobre todo por unos comportamientos sociales ya superados. Pero tiene cierto interés, en especial por saber como ven los canadienses a la antigua metrópoli, aunque el autor no salva del escarnio ni a sus compatriotas. En definitiva, interesante pero prescindible.

lunes, 7 de octubre de 2013

LIMÓNOV, de Emmanuel Carrère

El novelista francés Emmanuel Carrère conoció a Eduard Limónov en los años ochenta, cuando este se instala en París tras la publicación de una de sus obras, SOY YO, traducida en Francia como EL POETA RUSO PREFIERE A LOS NEGROS GRANDES, una novela donde cuenta sus miserias para sobrevivir en Nueva York, incluida la de hacer de chapero. Si ya le deslumbró entonces, cuando le encuentra de nuevo en Moscú, casi veinte años más tarde, decide documentarse a fondo sobre este personaje que, además de literato, es político activo y sigue todavía enrolado en uno de los bloques opositores a Putin.
 Sea como fuere, el intenso interés de Carrère en Limónov dió a luz esta espectacular biografia novelada, que le valió el en 2011 el premio Renaudot. No solo reunió todo tipo de material sobre él, sino que mantuvo largas conversaciones con el mismo Limónov, que aportaron un material imprescindible para conocer más a este singular personaje. La obra se lee casi con apasionamiento, porque apasionante es la vida de Eduard Limónov, cuyo nombre real es Eduard Veniaminovich Savenko.
Limónov, nacido en provincias, hijo de un gris agente del KGB, nunca se resignó a la mediocridad de la vida familiar y provinciana. Desde muy joven estaba obsesionado con triunfar, con convertirse en un gran poeta, de los que pasara a la historia de la Literatura. Por ello peleó lo indecible, se aprovechó sin disimulo de cuantos le pudieron ayudar, y entre ellas varias mujeres deslumbrantes, muy importantes en su vida. Decidido a triunfar, se trasladó a Moscú, donde conoció y nació su odio eterno a Joseph Brodsky el poeta que consiguió lo que él nunca pudo.
Quizá siguiendo sus pasos se fue a Nueva York, donde apenas podía sobrevivir, pero donde redactó su SOY YO, que se publicaría en Francia y que le abriría las puertas del mundo intelectual parisino. Las mismas que se cerraron cuando apareció en la televisión disparando en las Karjina y en Bosnia al lado de los radicarles serbios.
Limónov nunca se casó políticamente con nadie. Admiraba a Stalin pero abrazaba argumentos puramente nazis. La desintegración de la URSS le llevó de vuelta a Moscú donde fundo la formación roji-parda Partido Nacional Bolchevique, un batiburrillo comunisto-fascista. Sus desplantes y acciones le llevaron a prisión e intentó el asalto a la presidencia asociándose con Kasparov, sin mucho éxito.
Le fue mejor en su carrera literaria. Tiene una gran obra poética y novelística, con tiradas millonarias en Rusia.
En fin, un personaje controvertido, repulsivo y atractivo, contradictorio y, sin duda, singular, a quien Emmanuel Carrère le ha hecho un magnífico retrato.

jueves, 26 de septiembre de 2013

CARACTERES BLANCOS, de Carlos Labbé

Los cuentos, las narraciones cortas, no se cuentan entre mis ficciones favoritas. Quizá porque son demasiado breves para mi gusto, hay muchas en las que te quedan las ganas de más, de un desarrollo mucho mayor, o también porque a veces se vuelven pretenciosas de tanto cultivar la brevedad.
Carlos Labbé, un joven valor chileno que algunos señalan como uno de los futuros grandes en la literatura en lengua castellana, presenta aquí una serie de relatos enmarcados en una historia más amplia que se alarga en siete capítulos. Es la historia de una pareja que, provista con solo dos botellas de agua y cuadernos con las páginas en blanco, se adentra en el desierto. Entre ayuno, sed y temperaturas extremas, cada uno por su lado va escribiendo historias que luego se cuentan. 
A medida que van avanzando los días, el ayuno deja sentir sus efectos, el agua se acaba y el desvarío se adueña de sus cabezas. Y es entre esos capítulos separadores que cuentan los días en el desierto, donde vamos conociendo esas historias que van desde la estrambótica construcción de un arca, las aventuras de un aspirante a escritor en las playas argentinas, el descubrimiento de un padre de que su hija es un pez, o las reescrituras de un texto budista o de "La vida breve" de Onetti. La verdad es que apenas un par de esas historias han llamado mi atención y algunas eran francamente aburridas.
Como ya he dicho este tipo de literatura no me apasiona pero siempre esta bien para saber hacia donde apunta la nueva narrativa y quienes son esos señalados como los futuros grandes de la literatura en español.

jueves, 19 de septiembre de 2013

EL CIELO ÁRIDO, de Emiliano Monge

Emiliano Monge es un catedrático de Ciencias Políticas, mejicano, que decidió abandonar su cátedra para instalarse en Barcelona y dedicarse ahí a lo que le apasiona:publicar libros y revistas y escribir. Con "El cielo árido" ganó el vigésimo octavo premio Jaén de novela, probablemente gracias a la arquitectura narrativa bastante original y no tanto al argumento. Porque este suena a conocido en otras muchas novelas latinoamericanas: esos personajes fuertes, desalmados, con un origen terrible que no justifica las atrocidades que cometen, y con ese característico amago de arrepentimiento que no ha de cuajar porque todo parece ponerse en contra.
La novela es un hábil ejercicio con resabios de realismo mágico latinoamericano y realismo sucio norteamericano. Es la historia del gringo Germán Alcántara Carnero, de su nacimiento en una mísera casa en una de las tierras más áridas de México, donde los campesinos son poco más que esclavos al servicio del amo. Es la narración de su primera huida, de su alistamiento forzado en una tropa, de su segunda huida, del primer amor de su vida, del regreso, de su asentamiento como matón oficial, de las atrocidades que comete, de la quema de una iglesia, de los asesinatos en una presa, de su intento de redención y de las facturas que le pasa la vida.
Esa es la historia pero contada de otra forma. A retazos. Con continuos saltos en el tiempo. Constantemente hacia adelante y hacia atrás. Con un intento de implicación del narrador en la historia, que no acaba de entenderse. Al final hay como un efecto mareo. La lectura se hace difícil porque la estructura narrativa elegida parece perseguir ese efecto a propósito. Hay demasiada reiteración, demasiados cambios de nombre, demasiado salto. Es verdad que la formidable descripción ambiental, esa aridez que lo empaña todo, esa crueldad inusitada, ese desapego brutal atrapan y te fuerzan a seguir la lectura. Pero no lo pone fácil Emiliano Monge. Y aunque todo te lleva a alcanzar al final, uno no tiene claro si el esfuerzo que requiere seguir la historia merece la pena.
En fin, para curiosos que buscan otras formas de contar.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

EL ARTE DE LA DEFENSA, de Chad Harbach

 Es esta una de esas novelas que, inesperadamente, triunfan, habiéndose colocado hace un par de años entre las diez mejores aparecidas en Estados Unidos. Como no podía ser de otra forma está envuelta en la consiguiente leyenda de escritor que tardó en elaborarla nueve años, que rodó por los escritorios de varios editores antes de que lograr su publicación y que, cuando salió a la venta, se convirtió en un éxito imparable, aclamada por crítica y público. Es la primera novela de Chad Harbach, originario él de Wisconsin, y, a la espera de sus nuevas producciones, le ha situado en el olímpo de los grandes. 
El arte de la defensa toma el título de un libro de Aparicio Rodríguez, un jugador mítico del béisbol, que se convierte en la guía espiritual y formativa del joven Henry Skrimshander, llamado a jugar un papel clave en toda la trama.Y es que este chaval, de un lugar remoto de Dakota del Sur, posee unas dotes extraordinarias, naturales, para jugar al béisbol y será Mike Schwartz, veterano y vapuleado capitán del equipo perdedor de la universidad de Westish, el que descubrirá su talento y su potencial como salvador del mismo.
A través de esos personajes llegamos al campus de esa universidad que tiene una especial fijación con Melville, y no digamos su rector, un hombre hecho a sí mismo, mujeriego empedernido hasta que en su camino de cruza Owen, un alumno que le hará perder la cabeza...por amor.
Las expectativas puestas en Skrimshander y su previsible fracaso, que no del equipo, serán la excusa para navegar por esta absorbente novela, que mezcla temas muy queridos por la literatura norteamericana: el deporte nacional, el béisbol, un campus universitario, las complejas relaciones entre personajes que se juegan el triunfo o convertirse en perdedores, una hija descarriada que vuelve a casa y un toque gay  para poner a prueba los valores de unos y otros.
La mezcla le ha salido bien a Harbach, que ha conseguido una novela entretenida, emocionante por momentos y quizá un poco sobrada de referencias y explicaciones sobre ese deporte incomprensible que es el béisbol y que, más incomprensiblemente aún, apasiona a los norteamericanos.

sábado, 31 de agosto de 2013

TIERRA

TIERRA, nueva novela de David Vann, el escritor que empezó a ser conocido por sus cuentos y narraciones basados en su tierra natal, Alaska. Ahora el escenario elegido es un árido valle de California, estado en el que se ha asentado y donde es profesor, pero como en las anteriores entregas, se revela como un maestro en presentar una naturaleza omnipresente que enmarca todo y que, contradictoriamente, puede crear un ambiente hasta cierto punto claustrofóbico.
TIERRA es el día a día de una peculiar familia que vive de las rentas, de un fideicomiso, y por tanto bastante al margen de la realidad social que les rodea. De hecho en el texto no aparecerán más que los cinco personajes de esta familia: Galen, un joven de 22 años, atrapado en una relación demasiado estrecha con su madre, que le ha impedido hasta ahora ir a la universidad, y cuya holganza diaria dedica a la meditación y la búsqueda de la iluminación, leyendo poesía de Gibran o el Juan Salvador Gaviota, buscando sensaciones extremas en el contacto o el ayuno, ajeno al mundo que le rodea, y cada vez más irritado a medida que es consciente de que está varado y sin posibilidad de salir de ese círculo vicioso; la madre de Galen, especialista en resolver problemas a base de ignorarlos, generadora de buen-rollismo y administradora secreta de los cuantiosos fondos familiares, algo que desconocen el resto de los miembros de la familia; la abuela, enviada a una residencia por padecer Alzheimer, aparentemente fuerte pero con una sórdida historia de maltrato por parte de su marido que apenas aparece insinuada; y la mafia, madre e hija, tía y prima respectivamente de Galen, cuyo comportamiento irá mutando peligrosamente a lo largo de la novela. Casi toda la acción transcurre en una gran finca de nogales, de las pocas grandes que quedan en la zona, donde viven Galen y su madre. En una de las pocas salidas que hacen, con el resto de la familia, a una cabaña en las montañas, se romperá la aparente paz familiar y se desencadenarán los demonios que afectan a todos y cada uno de los miembros, derivando hacia una catástrofe imprevisible. David Vann se supera a sí mismo, pero a mi me produce desasosiego esta historia. Sigo prefiriendo su Caribou Island, menos asfixiante y, entonces, más original.

domingo, 25 de agosto de 2013

EL CONDOTIERO

Una vez más un cuadro protagoniza o,al menos, es parte fundamental del argumento de una novela. En este caso es El Condotiero, una obra mayor de Antonello da Messina que se encuentra en el museo del Louvre. El cuadro, que aparece en la portada de la novela, se convierte en la gran obsesión de Gaspard Winckler, un falsificador de todo tipo de obras de arte que, por razones que se explican a lo largo de la obra, se atasca en su intento de hacer una copia perfecta. Todo el proceso para realizar esa copia es un lujoso acercamiento al cuadro, que nos permite apreciar detalles que, sin duda, se nos escaparían si lo tuviéramos delante y nadie nos alertara sobre los mismos. Pero la historia está contada de forma más compleja. De hecho comienza con el asesinato de Anatole Madera, el marchante y delincuente bien visto que le realiza los encargos y le mantiene con un buen tren de vida y dedicado en exclusiva a esa falsificación de altura que pocos podrían descubrir. El asesino es no otro que el propio Gaspard, pero no desvelo nada importante porque la novela arranca precisamente sobre ese asesinato, y no será la policía a la que veremos desentrañando las razones de ese crimen, sino el seguimiento de los actos del propio Gaspard, sus dudas, el repaso a su vida, y las claves, si es que las hay, que le llevaron a matar a su protector y mecenas. La estructura de la novela es a veces complicada, puede provocar aburrimiento, cuando no aturdimiento, pero al final te atrapa con esa inmersión, por ejemplo, en el cuadro que te hace ver lo leído con otros ojos. El autor , Georges Perec, francés, murió en 1982 y fue su primera novela, perdida durante un tiempo, y donde críticos y lectores han encontrado el armazón básico de su forma de narrar que luego desarrollaría en sus obras más conocidas y en especial en LA VIDA INSTRUCCIONES DE USO, con la que ganó el premio Médicis en 1978.

sábado, 24 de agosto de 2013

Saliendo de la estación de Atocha

Saliendo de la estación de Atocha ,es un divertido acercamiento a Madrid de la mano de un guiri, en este caso norteamericano, que pasan una de esas temporadas en la ciudad con la excusa de unos estudios o una investigación, siempre con el respaldo de una generosa beca. Es la primera novela de Ben Lerner, hasta ahora conocido como poeta, y su estreno ha recibido nota muy alta de la crítica estadounidense que, seguro, apreciará sutilezas que puedan escapársenos a nosotros. Adam Gordon, Adán para los locales, es un joven norteamericano que, como tantos al acabar la universidad, deciden tomarse un año sabático y lo disfrazan como pueden. En este caso declarándole poeta, aunque ni él mismo se lo cree, consigue una beca para instalarse en Madrid y trabajar, supuestamente, en un proyecto poético ambicioso en el que mezcla guerra civil, postguerra y poetas, de los que apenas sabe nada y tampoco tiene demasiado interés. Se instala en un estudio buhardilla en la plaza Santa Ana y desde allí, bien dotado de barbitúricos varios, porros y vino en abundancia, irá dándonos retazos de una ciudad que en muchos casos le resbala pero que le sirve de escenario para su ingente pérdida de tiempo que, en realidad, es a lo que se dedica. Entre porros, tranquilizantes, cafés varios y charlas con gente en las que Penas se entera, su español es más que deficiente, transcurren los días. Apenas escribe unos cuantos poemas que,al final, le servirán para salvar más o menos la cara, más gracias a intervenciones externas que a la calidad misma de su trabajo. A medida que avanza la novela cobra fuerza el papel de Teresa, su traductora, amiga y amante sin sexo, con la que vivirá las horas más duras de la ciudad, el atentado del 11-M. Aparte esa enorme tragedia, que nos acerca con sensibilidad, el personaje creador por Lerner es todo un corolario de los tópicos que tenemos y tienen ellos mismos, los norteamericanos. La novela destila ironía y juega con momentos hilarantes como cuando va a Barcelona, sale a comprar un par de cafés, se distrae y pierde todo el día por la ciudad porque no encuentra el hotel. Divertida, se lee de un tirón y logra emocionar, sin aspavientos, ante el atentado más grave que ha sufrido la ciudad desde la guerra civil.

martes, 30 de julio de 2013

UN SOPLO DE AIRE FRESCO

En verano y para la playa, la piscina, un viaje en tren o en avión o una semisiesta en el sofá, una novela de Don Winslow no falla. Tiene todos los ingredientes de un best seller y esa forma tan visual que tiene de narrar, que la hacen de lo más digerible.
UN SOPLO DE AIRE es la primera novela del autor y abría una serie protagonizada por el detective Neal Carey que tantos réditos le ha dado. Es la primera y arranca precisamente contándonos como el protagonista pasó de ser poco más que un ratero en las calles de Nueva York a ser apadrinado por un extraño individuo que trabaja par un banco de los de toda la vida, de esos que protegen por cualquier medio a sus mejores clientes, que financiará la dura formación del menor, hasta convertirlo en uno de los más aguerridos detectives privados.
Contado así parece que no tiene el más mínimo interés, pero la novela ya apuntaba maneras, las que luego se verán en libros más potentes de Winslow como El poder del perro. En este caso el joven detective, que ya está en la universidad, haciendo estudios literario, recibe el encargo de localizar a una joven desaparecida, hija de un aspirante a la nominación para la presidencia de Estados Unidos. El político no tiene mayor interés en su hija que el de que esté presente en la foto oficial de su nominación, para que no haya un escándalo que arruine su carrera. 
La investigación le llevará a Londres, de donde llegó la primera pista, y allí la localizará, pegada a un chulo, en problemas con las drogas y en un submundo del que parece imposible sacarla.
No es, sin duda, su mejor novela, pero sí muy entretenida. No falta acción, algunos datos de interés y esa capacidad narrativa que te hace vivir sensaciones parecidas a cuando ves una película.
Si no hay nada mejor, esta no se cae de las manos.

domingo, 28 de julio de 2013

LA INVENCIÓN DEL AMOR

Le dieron el premio Alfaguara de este 2013. Y esto me lleva a cuestionarme, una vez más, qué criterios se utilizan a la hora de otorgar un premio. Allá ellos.
Es la primera vez que me acerco a una obra de José Ovejero. No sé, por tanto, cómo son las demás. Esta, flojita.
El protagonista es un cuarentón poco afortunado en amores, que ve pasar el tiempo, su tiempo, más bien aburrido y solo confortado por los momentos, cada vez más frecuentes, en los que se refugia en sus terrazas con vistas privilegiadas sobre los techos de Madrid.
Es en medio de ese aburrimiento vital donde una llamada anónima le anuncia la muerte de una tal Clara, a la que no conoce, y que pondrá en marcha una investigación, en la que se verá cada vez más implicado, para saber quién era, cómo era, a que dedicaba su vida, en fin....
No es original. Es extravagante. Si el principio pudo ser estimulante, la continuación, por inverosímil, carece de interés y se desmorona a medida que avanza hasta el punto de querer llegar cuanto antes al final, porque se adivina demasiado previsible.
No hay acción creíble. Hay mucho tópico, sobre todo en los personajes marginales. La historia no se sostiene casi en ningún momento. Y no es que la idea primigenia no sea buena, pero el desarrollo deja mucho que desear. No tiene mucho fundamento eso de meterse de lleno en investigar quién fue la tan Clara, construir una imagen a todas luces falsa de ella, y mentir una y otra vez para conseguir la información sin que los demás sospechen.
No sé, a lo mejor es el momento en que la he leído. Pero las historias de desamor hay que contarlas con más enjundia, porque sino no se sostienen. Una pena.

jueves, 7 de febrero de 2013

LAS CORRECCIONES

Once años antes de publicar la publicitada LIBERTAD, Jonathan Franzen quedó consagrado como el gran novelista que es con "Las correcciones", la disección de una familia del Medio Oeste norteamericano  en la última década del siglo pasado.

En Las correcciones, Franzen monta su relato en torno a los 5 miembros de la familia Lambert. Los padres, que ya pasan de los 70 años, viven en St. Judes, y Alfred, ingeniero del ferrocarril retirado, empieza a sufrir parkinson y demencia senil, su mujer, Enid,es un ejemplar típico de los valores de esa zona norteamericano y su obsesión principal,además de que los demás tengan un concepto impecable de ella y su familia, será que sus 3 hijos se reúnan con ellos durante la semana de Navidad en  la casa familiar, quizás las últimas navidades que puedan pasar allí todos juntos.
Gary, el hijo mayor de los Lambert, es un directivo de un banco de inversión, todo éxito, que esconde la sombra de una grave depresión y cuya integración familiar, con su mujer y sus hijos, deja mucho que desear. Tiene además "facturas" pendientes con sus padres que está dispuesto a abordar.
Chip es profesor universitario,pero la relación con una alumna hace que pierda su trabajo y se traslade a Nueva York. Allí va dando tumbos, reescribiendo un guión sin demasido futuro, hasta que se embarca en una oferta de trabajo para organizar una página web en Lituania, con la intención de timar a inversores norteamericanos. Alucinante la visión que da del país báltico.
Denise dejó sus estudios universitarios para convertirse en una chef de éxito. Es la banquera de su hermano Chip y está embarcada en un acelerado viaje por descubrirse a sí misma y su tendencia sexual.
La reunión familiar es toda una quimera y probablemente una catarsis para cada uno de ellos. En fin, una de esas novelas que, a pesar de lo tocho, merece la pena leer.

lunes, 21 de enero de 2013

EL ABUELO QUE SALTÓ POR LA VENTANA Y SE LARGÓ

ALLAN KARLSSON está a punto de cumplir cien años. Está en una residencia de ancianos pero ni allí, ni antes, se comporta como se espera de él. De ahí que tampoco esté dispuesto a pasar por el numerito de homenaje al centenario, con presencia de alcalde y prensa local, para mayor gloria de las autoridades y la residencia. Con su rebeldía, o más bien improvisación, innata decide largarse cuando amanece tan señalado día y para esquivar a su implacable enfermera, opta por largarse por la ventana, y no sin dificultades. Y es que además de salvar la bajada lo hace sin ir debidamente preparado. De hecho calza unas pantuflas muy poco adecuadas para emprender su viaje hacia ninguna parte. Y es que lo suyo, como se verá a lo largo de la novela, es improvisar. De ahí que acabe en la estación de autobuses, se compre un billete hasta donde le da el dinero, y se largue con la maleta de un joven que le encarga vigilarla mientras él va al retrete. El problema es que la maleta lleva cincuenta millones de coronas, un pago por drogas, que complicará y mucho su periplo. Arranca ahí una especie de thriller, con tono de vodevil, que irá sumando personajes y salvando situaciones de forma sencilla pero impensable y en el que iremos conociendo sucesivamente a un delincuente de poca monta, un salchichero muy estudiado, un bella dama con una gigantesca mascota, el hermano del salchichero, un comisario con poco interés en desvelar el paradero del anciano, y varios componentes de la banda a la que pertenecía el dinero. Además de ese alucinante viaje hacia el sur que emprende el protagonista, la narración nos va desvelando la singular vida del mismo, que en el colmo del desbarre fue coprotagonista de un montón de hechos históricos, desde la invención de la bomba atómica, la ofensiva de Mao, el cortejo de Stalin o los efusivos agradecimiento del mismísimo Franco. Disparate tras disparate recibimos alguna lección de historia, y asumimos con una sonrisa, cuando no con una incontenible carcajada, las hiladas críticas a políticos, judicatura, policía y prensa, con un humor elegante y muy inteligente.
La novela tuvo su momento el año pasado, con ventas millonarias, y se la había regalado a tres amigos antes de leerla. Uno de ellos ha tenido la amabilidad de pasármela y acabo de leerla. 
La novela, como dice la promoción, es una muestra de que en los países nórdicos no solo viven de relatos de crímenes y similares, sino que saben cultivar el humor y la comicidad. Es divertida, disparatada, a ratos enloquecida, y recuerda, sobre todo a medida que avanza la historia, ese humor anglosajón que tan bien representa por ejemplo Tom Sharpe. El autor, Jonas Jonasson, ha encontrado un filón y esperemos que lo aproveche , porque el buen rato, con novelas como esta, está asegurado.

martes, 15 de enero de 2013

HACIA UNA MONTAÑA EN EL TÍBET

Colin Thubron, un muy conocido escritor de viajes británico, autor de "En Siberia" o "En el corazón perdido de Asia, presenta en esta ocasión un duro y esforzado viaje a uno de los puntos sagrados de Tíbet, la montaña de Kailash, sagrada tanto para budistas como para creyentes de otras religionas como la antigua bon, predominante en la zona antes de la llegada del budismo. Lo que Colin Thubron nos trae no es un simple viaje a tan exótico lugar, ni un pormenorizado, que si, relato de las penalidades para llegar a tan singular monte, sino que es también un viaje introspectivo, una aventura para superar tragedias personales como la muerte de sus padres o la desaparición de una hermana en una avalancha en los Alpes que le mantuvo alejado de las montañas durante muchos años. Pero más allá de esa búsqueda personal el libro constituye, sobre todo, un ejercicio de explicación para que los occidentales intentemos entender la razón última que mueve a miles de personas a pasar todo tipo de penalidades para acercarse a esta montaña sagrada, y realizar la circunvalación, siempre en el sentido de las agujas del reloj, que les aliviará de sus pecados y facilitará su reencarnación en una vida mejor.El monte Kailash es para el budismo y para los bon, un lugar mítico, donde habitan todas las divinidades y demonios de la imaginería de sus religiones. Es además en el punto en el que nacen algunos de los ríos más largos de Asia, como el Indo y el Brahmaputra, y sus lagos, que se encuentran entre los más elevados del mundo, son lugares soñados de purificación por millones de personas. Colin Thubron además de ponernos al día de todas las deidades, cultos, creencias y supersticiones que encuentra a lo largo del camino hacia el Kailash nos pinta un detallado relato de la vida en las regiones que atraviesa, donde se sobrevive al día y donde la bota china sigue machacando las  ancestrales costumbres y ritos tibetanos. Un control policial que las gentes de la zona soportan con una sonrisa que puede probablemente más que cualquier otro tipo de revuelta. Dan ganas, por un lado de ir hasta el Kailash, pero las penalidades del viaje y el férreo  y arbitrario control chino lo desaconcejan. En todo caso, siempre nos queda este viaje a través de los ojos de Thubron.