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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

martes, 26 de mayo de 2020

LA PUERTA DE LOS INFIERNOS, de Laurent Gaudé

Novela sombría y trágica esta de Laurent Gaudé, de las que te dejan más poso del deseado. Las referencias a la tragedia griega pueblan esta novela del escritor francés que se recrea en el dolor y la pérdida para un descenso a los infiernos metafórico y aparentemente real. Un matrimonio ve cómo su vida se desmorona ante la muerte de su pequeño, Pippo, de apenas seis años. Una muerte inexplicable e inesperada que destruye al matrimonio, que les vuelve extraños. La madre se hunde y en su búsqueda de valor y fuerza, se demuestra cobarde y apuesta por el olvido. El padre, taxista de profesión, incapaz de encontrar una mínima paz, recorre las calles de Nápoles sin rumbo fijo y sin conseguir aplacar el dolor. Será en una pequeño café donde escuche hablar de una vieja leyenda, la existencia de una serie de puertas que dan acceso directo al infierno, y una de ellas está en la ciudad. No dudará en buscarla e iniciar un terrorífico descenso hacia el Hades para recuperar a su hijo y devolverlo a la vida.
Es un texto muy inquietante, impactante y por momentos aterrador, que Gaudé maneja con una maestría bien demostrada en novelas anteriores. La obra tiene dos tiempos: uno el del hijo recuperado y que planea su venganza, otro el del pasado en el que ocurrieron los hechos y la heroicidad del padre para recuperar al hijo.
En definitiva, literatura de primera.

domingo, 17 de mayo de 2020

EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO, POR EL CAMINO DE SWAN, de Marcel Proust

He paseado este libro por media Europa desde que lo compré hace más de cuarenta años. Han sido varias las ocasiones fallidas en las que abordé su lectura, bien con propósito de llegar hasta el final, bien como arma infalible contra el insomnio. Nunca había logrado pasar de la página 200. Ha sido esta condenada cuarentena la que me ha llevado a afrontar de una vez la lectura de esta magna obra, todo un desafío, que necesita de la máxima concentración y un abordaje con los ojos y la mente bien abierta para superar formas y fondos que nos son bien ajenos. Pero esta vez sí: ya he leído los dos primeros tomos y quién sabe si llegaré al séptimo y último.
Este primer libro, cuyo título del original francés difiere según la edición, se lo pagó el propio Proust, en 1913, al no encontrar editor. Proust era un hombre de posibles, dinero acumulado por su familia que le permitió dedicarse exclusivamente a la literatura, a mantener una intensa vida social y a dar rienda suelta a sus instintos, diferente en cada etapa de su vida.
Fue un diletante, algunos le tildaron de snob, y en definitiva un niño bien, ultramimado por su familia por su delicada salud y las dudas sobre su capacidad para automantenerse en la vida.
Esa sobreprotección familiar queda patente en esta primera parte, llena de alusiones autobiográficas, en las que cuenta sus vacaciones de infancia en Combray, dedicadas al reposo, a los mimos, a las lecturas y a los paseos, unas veces por el lado de Swan y otras por el lado de Guermantes, la familia descendiente de Genoveva de Brabante.
Es literatura pura y dura. Plagada de párrafos interminables en los que lo mismo describe a una persona, o a una planta, o a sentimientos, muchas veces pueriles, que le atormentan en su día a día de niño mimado. Así dedica páginas enteras al sufrimiento que le produce la ausencia puntual de su madre, o los miedos que le produce subir a dormir sin que esta suba a darse un beso de despedida. Pero hay además innumerables páginas dedicadas a describir plantas y enredaderas o los alrededores de Combray. Algunas rayanas con la cursilería más ramplona. Eso sí, logra transmitir como nadie el placer que le supone comer una simple magdalena.
Dentro de este primer tomo hay otra novela, centrada en Swan, amigo de la familia, que da un viraje en su vida al enamorarse de una cocotte, Odette, a cuya conquista dedicó años a pesar de que, según reconoció, "por una mujer que ni siquiera me atraía".
Esta parte dedicada a los amores de Swan, sobre los que da una y mil vueltas, se vuelve por momentos muy pesada y es difícil mantener la concentración. Sólo a base de recrearse en el uso de las palabras es soportable.
En definitiva, primer objetivo conseguido.

lunes, 11 de mayo de 2020

EL TIRO DE GRACIA, de Marguerite Yourcenar

Aprovechando la obligada cuarentena, he rescatado de la estantería este libro de Marguerite Yourcenar, autora a la que tenía abandonada después de Opus Nigrum, Memorias de Adriano, y Alexis o el tratado del inútil combate.
EL TIRO DE GRACIA  es una novela corta que básicamente nos va a contar la historia de un triángulo amoroso. Nos la cuenta uno de los protagonistas, Eric, un aristócrata de raíces alemanas, venido a la guerra civil española, donde es herido, y es en ese momento cuando rememora la historia que vivió bastantes años antes, en tierras de Letonia. Lituania, y Polonia, arrasadas por la contienda primero  la Primera Guerra Mundial, guerra prolongada por el enfrentamiento entre bolcheviques y sus contrarios.
Eric está en el bando de los antibolcheviques, con los rusos blancos, los letones, polacos....en una guerra que van a perder. Y el escenario de lo que nos cuenta transcurre primero en Kratovice y luego cerca de Vilna. Allí, con las fuerzas menguadas, con un ejército que podría aplastarles en cualquier momento, en medio de una resistencia que más que heróica es por la pura supervivencia, Eric comparte penurias, entre otros con Conrad, su objeto de deseo y al que prefiere localizar como amigo, y la hermana de este, Sophie, una hermosa mujer que se enamora de él y que al verse rechazada se plantea ir de brazos en brazos e incluso pasarse al enemigo.
Pese a su brevedad, la novela tiene momentos de gran intensidad, no solo al describirnos los sentimientos y deseos de los protagonistas, sin también la terrible sensación de ir ganando la vida hora a hora ante un futuro que se vuelve cada vez más incierto.
Es una vieja joya que se lee casi de un tirón. Buenísima literatura de una de las grandes.

jueves, 7 de mayo de 2020

LA FIESTA DE LA MADRIGUERA, de Juan Pablo Villalobos

Hay mucha literatura en torno al narcotráfico en México, habitualmente  centrada en describir los horrores de un mundo en el que se produce una violencia que alcanza límites inimaginables. Un ejemplo es la magnífica EL PODER DEL PERRO, de Don Winslow. Pero es raro encontrar enfoques originales que se salgan de ese marco de denuncia sin paliativos o que más allá de  que el relato responda a la creatividad del autor se mantenga dentro de estrictos límites de denuncia de ese fenómeno criminal que en México tiene además características y extremos muy especiales. Y una excepción es esta FIESTA EN LA MADRIGUERA del mejicano Juan Pablo Villalobos.
El autor le da una vuelta completa al enfoque y elige la mirada del hijo de un poderoso narco para describirnos ese mundo de violencia, extorsión y crimen en el que se está criando. Pero es una mirada de alguien que concibe como normal lo que para los demás puede ser una aberración criminal. Y es que Tochtli, que así se llama la criatura, solo tiene ojos para un padre que es el conseguido de cualquiera de sus ocurrencias. Solo tiene que pedir y el padre le proporcionará diccionarios, uniformes de samarias, guillotinas francesas o su última ocurrencia: un hipopótamo enano de Liberia, una especie al borde de la extinción, superprotegida pero perfectamente accesible para el  padre todopoderoso.
Y no es que el niño no sea consciente de lo que tiene alrededor. Vive en una lujosa mansión, con un profesor particular obsesionado con que todos los males del mundo provienen del imperialismo. Este le forma y su padre, el jefe narco, provee. Y en torno a ellos  matones, putas, polis  y políticos corruptos y traficantes. Un sinvivir de entradas y salidas y situaciones de asesinatos, extorsiones, cabezas cortadas...en un fondo que conoce pero que para el chaval es la vida misma.
La novela, corta, tiene momentos realmente cómicos, a pesar de lo durísimo que es todo el asunto del narcotráfico y más en un país como México. Pero es también una buena forma de acercarse a ese fenómeno desde otro ángulo que, con menos exageraciones, podría ser el día a día de las familias de los grandes narcos.

lunes, 4 de mayo de 2020

PERDIDO EL PARAÍSO, de Cees Nooteboom

El holandés Cees Nooteboom le da una vuelta al PARAÍSO PERDIDO de Milton, para construir esta hermosa historia con dos protagonistas y un fondo común de interés, los ángeles. Primero se detiene en Almut, una joven brasileña obsesionada con Australia y los secretos del mundo aborigen. Almut sufre una experiencia de violencia personal durante una incursión, no buscada en la favela de Paraisópolis, en Sao Paulo. Un episodio que la llevará a embarcarse rumbo a Australia, en compañía de una amiga, para intentar borrar ese pasado reciente y  descubrir que tiene de real su obsesión con aquel continente.
Un viaje que no cumplirá sus objetivos, pero que la sumergirá en una nueva experiencia, en Perth, cuando se ve disfrazada de ángel en un juego montado como actividad complementaria para los participantes en un congreso literario.
Y es ahí donde vivirá otra extraña experiencia con el otro protagonista, un crítico holandés al que reencontrará años después en una especie de balneario austríaco, donde este acude a rebajar estrés y kilos.
Una historia muy interesante la que nos cuenta Nooteboom, con continuas referencia a Milton y a ese mundo de ángeles tan presente y tan desconocido. Una oportunidad además para acercarnos al fascinante mundo australiano y a sus habitantes primigenios, que  se cuentan entre las civilizaciones más antiguas del mundo y, al mismo tiempo, de las más desconocidas.
Mi primera aproximación a este autor holandés, a través de esta novela corta, que se lee casi en un suspiro y que resulta ser toda una sorpresa. Positiva, por supuesto.