Datos personales

GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

viernes, 22 de julio de 2022

DIARIOS.- A RATOS PERDIDOS 1 Y 2- RAFAEL CHIRBES

 

Más de cuatrocientas páginas abarcan las dos primeras entregas de sus Diarios, subtitulados A ratos perdidos 1 y 2, aparecidos el pasado año y que causaron un cierto revuelo, tanto por sus revelaciones como por sus ataques sin medias tintas contra algunos escritores y críticos.

No se anda con delicadezas Rafael Chirbes en estos Diarios escritos a partir del año dos mil, probablemente con la idea de que algún día verían la luz, y que son un tanto atípicos en cuanto no hay una regularidad en su redacción temporal y son más bien anotaciones de recuerdos o reflexiones que recoge un día y que luego no tendrán ninguna continuidad e incluso pasarán meses hasta que aparezca una nueva anotación.

El escritor valenciano, al menos en lo que cuenta en esta primera parte, se centra sobre todo en su proceso creativo, que tanto le cuesta y que tantas dudas le plantea, y en el sustrato vital y lector que le lleva a esa necesidad de escribir sin saber, en muchas ocasiones como darle forma a las ideas.

Sin ocultar aparentemente nada, nos lleva hasta los ochenta, años de excesos alcohólicos y sexuales, de lecturas compulsivas y de dudas angustiosas sobre su supuesta capacidad para ser un escritor. Esas vivencias, esas lecturas y su historia familiar son base suficiente para elaborar las primeras obras, aunque casi se deja la piel en ese esfuerzo enorme por darles forma.

Vitalmente se reclama como parte de la España vencida por el franquismo, con todo el drama que eso conlleva, y en busca de una sociedad y un pensamiento distintos sus lecturas buscan firmas sobre todo de la Europa Central, que le dan una visión bien distinta de la vida. Se presenta como un lector voraz, pasión que le durará toda su vida, con tiempo incluso para innumerables reflectaras. Nunca ocultó su homosexualidad, pero tampoco hizo bandera de ella, y sus otros excesos pudo permitírselos al trabajo paralelo como periodista de viajes y gastronomía.

Chirbes no solo nos presente una imagen a ratos poco complaciente consigo mismo, sino que ese mismo criterio acusador le lleva a arremeter contra algunos escritores como Eduardo Mendoza o Pérez Reverte y críticos como Echeverría con una contundencia sorprendente. Hay elogios también, sobre todo para Carmen Martín Gaite, la voz y lectora amiga que le ayudó a acercarse a Herradle y publicar sus novelas.

Diarios muy interesantes, incompletos en cuanto está anunciada al menos una entrega más.

miércoles, 20 de julio de 2022

AMERICANAH, de Chimamanda Ngozi Adichie

 

Cita esta vez con la literatura africana. En este caso con una novela de la autora nigeriana Chimamanda Ngozi Afiche. La escritora eligió, para dar título a su novela, un término muy popular en Nigeria para referirse a los ciudadanos del país que un día emigraron a Estados Unidos y luego regresaron dándose aíres de superioridad y marcando distancias con un deje norteamericano en su inglés: Americanah.

Y la protagonista de esta historia, Ifemelu, pasa por ese proceso de emigración a Estados Unidos. Era un deseo de adolescente que compartía con su novio de adolescencia y juventud, Obinze. Ella logró el visado, él no. Asistimos primero a ese ilusionante viaje a América, en el que Ifemely va descubriendo poco a poco las virtudes y defectos de la sociedad estadounidense, en la que aprecia una presencia excesiva de la constante racial. Su adaptación corre en paralelo a un distanciamiento en principio no buscado con Obinze, que se hará cada vez más patente hasta quedar suspendida toda relación.

No fueron fáciles los primeros años, pero pronto encontró hueco en el nuevo país, se integró laboralmente y también socialmente. Todo iba bien, hasta que una nostalgia imparable la decidió a regresar a Lagos.

No era una decisión fácil porque Nigeria no era un país fácil. con fuerte presencia militar en el gobierno, corrupción rampante, ostentosos nuevos ricos, y los males endémicos en una sociedad que quiere modernizarse pero lo tiene más que complicado.

Lo primero que nota al volver es que en su país la raza no es importante. No tiene  el relieve social de Estados Unidos, y eso hace una sociedad menos crispada, más amable, y con valores muy distintos a la que deja atrás.

Es una reconciliación con su país y un intento inequívoco de recuperar a Obinze, del que nada ha sabido durante años.

Más allá de la historia de amor, y de las anotaciones sobre lo difícil que es vivir la emigración, la novela aporta un interesantísimo punto de vista sobre la sociedad estadounidense, bien distinto al que tenemos desde Europa, y una disección muy logrado del racismo y las diferencias entre la gente de colocar, dependiendo de si son negros norteamericanos o inmigrantes de color africanos o, sobre todo, del Caribe.

Una visión distinta, con una narradora excelente, en un texto que más de una vez te arranca una sonrisa cuando no una abierta carcajada.