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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

miércoles, 8 de julio de 2020

EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO: A LA SOMBRA DE LAS MUCHACHAS EN FLOR, de Marcel Proust

Segunda entrega de la mamotrética obra EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO, con la que Marcel Proust cerró muchas bocas críticas, respaldado por el prestigioso premio Goncourt en 1919. A LA SOMBRA DE LAS MUCHACHAS EN FLOR nos presenta al protagonista, Marcel, entrando ya en la adolescencia y en dos escenarios bien distintos del Combray que marcó su infancia. El primero es Paris, el barrio de Saint Germain, un escenario extraordinario que le permitirá conocer a fondo las formas y modos del "todo París". El cómo comportarse y ser parte de lo que llaman la sociedad, es decir la clase alta, bien ajena al resto de los ciudadanos, que vive de reminiscencias de la antigua sociedad monárquica, borbónica y bonapartismo, y de arribistas de última hora que ganan su posición social por su pertenencia a la administración o por su fortuna.
Con el estilo tan característico de Proust, una prosa incontenible en la que encadena sin fin hechos, recuerdos, apreciaciones artísticas, descripción  modales y usos....descubrimos una sociedad muy distinta a la nuestra, llena de gentes cuya única ocupación consiste en asistir a veladas, cenas y actos sociales de todo calibre en los que estar invitado es el espejo que determina la posición de cada cual en la sociedad parisina. Es en esta parte donde encontramos a Swan casado finalmente con Odette, pareja un tanto aislada por los chismorreos sobre el supuesto pasado de esta como cocotte. Marcel conocerá a la hija de estos, Guilberta, que se convertirá en su primer amor, más platónico que otra cosa. Conoceremos aún más la naturaleza enfermiza del joven y las dudas sobre su futuro profesional, ya que ni sabe ni parece importarle mucho a que va a dedicarse en la vida.
Esa situación enfermiza de Marcel es la que le conducirá al segundo escenario, Balbec, una localidad balnearia de Normandía, a donde acudirá con su abuela. Será un verano muy importante porque conocerá allí a uno de sus primeros grandes amigos, el joven Saint Loup, decisivo para su futuro acercamiento a los Guermantes, y a un grupo de muchachas, entre las que está Albertina, que irán adquiriendo una importancia creciente en el relato.
Es cierto que la lectura requiere un esfuerzo suplementario, por lo fárragosa y a veces externuante que es, pero de algún modo atrapa y fascina por la descripción de un mundo ya desaparecido e inimaginable en nuestros días. De lo que uno no se puede librar es de la exuberancia en el lenguaje, compensado por las informaciones que facilita sobre los gustos literarios, artísticos y musicales de la época.