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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

lunes, 2 de julio de 2012

EL PARPADEO ETERNO

EL PARPADEO ETERNO es la primera novela  de Ken Kalfus, un norteamericano viajado, con una larga estancia en Rusia que le ha llevado a aventurarse en esta historia. Pues de Rusia de trata. De los tiempos en que el régimen zarista daba sus últimos estertores y de los primeros y azarosos años de la revolución bolchevique. La historia arranca en la estación ferroviaria de Astapovo, en 1910, en la que, víctima de sus estrambóticos giros vitales, acaba moribundo Tolstói, congregando en el entorno a todo tipo de personajes interesados por sus obras, sus ideas o por simple curiosidad. Entre ellos tres personajes que coincidirán más tarde en unas circunstancias decisivas para la URSS. Por un lado Gribshin, un joven camarógrafo al servició de Pathé Francia, que, casi en los arranque del cine, comprende el enorme poder e influencia que el medio va a tener sobre las masas, con la consiguiente tentación de usar la manipulación para fines primero noticiosos y luego políticos. En plan misterioso, escurridizo, casi de espía, aparece Stalin, que contraviniendo órdenes del partido se ha acercado a la zona, y posa sus ojos sobre el potencia del Gribshin que, a partir de ese momento, figurará en sus planes propagandísticos. Y luego está el exótico profesor Vorobev, un visionario que pretende aplicar la técnica de la disecación de animales a la conservación de los seres humanos más allá de la muerte. Su pasión dará frutos y será el responsable del embalsamamiento de Lenin. La novela ofrece un interesante retrato de la Rusia rural, anclada casi en el medievo, que se empieza a ver trastocada por los movimientos revolucionarios y las nuevas tecnologías. Y en la segunda parte Kalfus da otra vuelta de tuerca para ofrecernos más variantes del supuesto maquiavelismo extremo de Stalin en sus maniobras para hacerse con el poder. En definitiva una novela, que no texto histórico, interesante, con los personajes bien trabajados y trabados y que se lee de un tirón.

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