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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

lunes, 16 de noviembre de 2015

SUMISIÓN

Demasiadas coincidencias con este libro. Salió a la venta el siete de Enero, el mismo día del atentado yihadista contra el semanario Charlie Hebdo. Yo terminé de leerlo apenas tres horas de los atentados en París de la pasada semana. Y estas coincidencia te dejan cuando menos intranquilo, por esa tremenda amenaza que supone el Estado Islámico y toda la pléyade de organizaciones que orbitan en su entorno y que llevan la yijad como bandera. . Y el libro va de Islam, de su expansión en el mundo, pero presenta otra cara, la de una nueva estrategia que, con la moderación como carta de presentación, va ganando posiciones en Europa, ante lo que Houellebecq denuncia como cobardía y silencio cómplice de las élites políticas y los intelectuales.
Lo que cuenta el polémico Houellebecq es la llegada al poder en Francia, mediante las urnas y un apoyo económico exterior ilimitado, del dirigente musulmán Mohhamed Ben Abbes, un político habilísimo, la imagen misma de la moderación y que aparece como el único clavo ardiendo al que agarrarse en un país que está al borde de la guerra civil, ya que enfrente tiene a los ultras de un crecido Frente Nacional. Esa bipolarización entre cristianos y musulmanes se inclina a favor de estos últimos por la solidez de sus valores y una falsa imagen de tolerancia que pronto se verá que no era tal.
El protagonista es aqui un profesor de universidad, que en su cuarentena ha perdido todo su interés por las aulas y la investigación y a quien la toma de la Sorbona por los musulmanes le ofrece la posibilidad de un retiro anticipado muy bien pagado o la continuidad a cambio de prestigio y mucho más dinero de lo que había ganado nunca.
El planteamiento es muy interesante, con reflexiones más amplias sobre el futuro de una Unión Europea cada vez más inclinada hacia el Mediterráneo lo que deja ver que el objetivo parece ser la imposición, por otras vías, del llamado Califato.
lo planteado por Houellebecq no pasaría de ser un ejercicio literario más si no hubiera coincidido con la amenaza islamista sobre Francia, tan viva, lo que ha obligado a ponerle escolta al autor. Malos tiempos para todos.
La novela así, aparte del atractivo que tiene el tema, se hace pesada, a pesar de su brevedad, sobre todo por la gran cantidad de páginas a Huysmans, un escritor francés del XIX, del que no había oído hablar y del que, por lo leído, tampoco me interesa gran cosa. En todo caso tiene interés por lo que plantea, y por esa reflexión general sobre la parálisis   
europea, y sobre todo francesa, ante la desaparición de los valores, el miedo y, al final, la SUMISIÓN ante un fenómeno que presenta como imparable.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

TODO LO QUE ERA SÓLIDO

 Tengo este libro desde hace un par de añ os. Pendiente de leer, porque intuía que había que elegir el momento adecuado para hacerlo, hasta el punto de que ha empezado a amarillear, aunque esto es porque ha estado expuesto al sol una temporada. Pero bueno, había que arriesgarse de una vez, asumiendo que iba a ser una especie de mazazo, espiritual o como se le quiere llamar, del que no habría forma de escaparse. Tengo algunas cosas en común, entre ellas la edad, con Antonio Muñoz Molina, y entre ellas el haber vivido parte de los acontecimientos y deriva social en el mismo punto geográfico y con posiciones políticas cercanas. De ahí que me sienta muy muy identificado con muchas de las sensaciones que nos transmite, con la culpabilidad de la que no podemos huir, con el desencanto ante tanta oportunidad perdida, y con la desazón que produce el creer que pudimos pringarnos más, ser más activos para intentar cambiar las cosas y frenar la caída en el precipicio que no debió ser inevitable.
Es un libro a toro pasado, y por tanto sin soluciones para lo ya vivido. Pero está claro que nunca es tarde si uno quiere salir del pozo, y si somos muchos más fácil todavía. Pero falta ese elemento motivador que nos haga sacudirnos esa inercia de mirar para otro lado, que con los años parece haberse quedado en un ¡virgencita que me quede como estoy!.
TODO LO QUE ERA SÓLIDO es un aldabonazo en nuestra conciencia social, es un repaso a todos los errores, muchos, demasiados, cometidos desde la transición; es un espejo descaradamente  fiable de lo poco que hicimos en los tiempos en los que nos construimos nuestro propio cuento de la lechera, el castillo de naipes que todos temíamos irreal y que acabaría arrastrándonos a este fondo lleno de lodo.
Es fácil acusar a las instituciones, a los partidos, a los sindicatos...que tuvieron una tremenda responsabilidad en todo lo ocurrido. Pero eso no nos quita la responsabilidad por no haber hecho nada o casi nada para cambiar las cosas, para denunciar la corrupción ante la que sonreímos condescendientes o miramos para otro lado; no nos plantamos ante esa atmósfera de que todo era posible, sobre todo el enriquecimiento rápido, de que todo valía en el país de la Champions.... Nos hemos dado el tortazo y Antonio Muñoz Molina pone palabra tras palabra muchas de las cosas que sabíamos y no quisimos reconocer.
Es un libro imprescindible, rebelde, sincero...ante una situación que nos afecta a todos, y ante la que tenemos que reacciones. Lo fue en 2013 y lo sigue siendo ahora. Debería ser texto obligatorio en las escuelas, aunque eso sea impensable en un país como este. Pero aquí  seguimos, ¿habrá que empezar a dar guerra? o ¿nos conformaremos?.