El protagonista de la novela es Jed Martin, un niño bien desconcertado ante la vida, sin una idea meridianamente clara de lo que quiere hacer y agobiado por cosas tan de andar por casa como una avería en el calentador. Sabemos de su buena formación, del escaso cariño que le prodigó su escasa familia y de la soledad que marca sus días. Y, a partir de ahí, una serie de ocurrencias le llevan a distintas facetas artísticas que, sin mayor esfuerzo, le colocan en el altar de la fama y le hacen multimillonario. Digo ocurrencias porque lo mismo le da a la fotografía, sobre todo mapas Michelín, que a la pintura, todo desde un punto tan personal que al final esa singularidad le lleva a la fama. A través de Jed conocemos el drama de su padre, un arquitecto de obra frustrada, que construye grandes balnearios y que ahora padece una grave enfermedad. Y a través de Jed conocemos también el mundo y los entresijos culturales franceses, con un retrato demoledor de críticos, inversores y el mundillo parisino en general.
No tiene pelos en la lengua Houellebecq a la hora de mostrar su desesperanza ante el devenir cultural de Francia, ante una sociedad que no sabe muy bien a donde va y donde el dinero lo mueve todo. En un momento determinado decide implicarse a fondo y el mismo autor, con nombre y apellido entra en la novela y al poco se convierte en un personaje clave, que es tratado de forma inmisericorde . Houellebecq se presenta a si mismo como un personaje misógino, arisco, enfadado con la sociedad, insoportable, huidizo y en plena decadencia personal y creativa, y con ese bagaje no duda en convertirlo en clave de la parte final de la novela hasta dejarnos casi con la boca abierta, por su descaro y su dureza.
En fin, una novela casi para leer del tirón, aunque conviene reposarla porque el autor nos regala, como casi siempre en sus novelas con descripciones sobre insectos o disquisiciones filosóficas que no tienen desperdicio, aunque el mismo las rebaje asegurando que las ha sacado de la wikipedia. Genio y figura...
No hay comentarios:
Publicar un comentario