Datos personales

GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

RECUERDOS DE UN CALLEJÓN SIN SALIDA

"Recuerdos de un callejón sin salida" cuenta la historia de una joven abandonada por el novio de siempre que, se viene abajo, y sale a flote aislándose en un pequeño apartamento y gracias a las sonrisas, más que conversaciones, de Nishiyama, un joven que trabaja en el bar de abajo y que desborda vitalidad. Este cuento da título general a la recopilación que incluye otros cuatro textos cortos de Banana Yoshimoto, una de las autoras japonesas más conocidas en Occidente, que aquí hace un auténtico ejercicio propio de malabaristas para sacar historias de la cotidianidad más aburrida. Y es que es todo muy naíf. Los cinco personajes principales son chicas que han sufrido algún desengaño, casi siempre amoroso, y que a base de fijarse en las cosas más nímias, por las que parece apostar la autora, se autofianzan y van saliendo adelanta. Hay demasiada ingenuidad en las historias, muy poco creíbles, al menos para nuestra mentalidad, en esa paz que todos parecen encontrar en la contemplación de un río, un árbol o la fachada de una casa. Simplezas para serenar espíritus que parecen estar próximos al encefalograma plano. Preguntarse por el sentido de la vida y cómo encontrar la felicidad son comunes en todas las culturas. Avanzar en ello a base de la contemplación de lo que nos rodea es muy oriental, y difícilmente asimilable por nosotros. Por momentos alguno de los cuentos es pura ñoñería, pero lo salvaremos por aquello de que las culturas son diferentes, y por tanto enriquecedoras, y siempre tendremos que aprender de quienes apuestan por la extrema sencillez para superar problemas tan universales como el abandono, la soledad o las pérdidas de seres queridos. Como en el epílogo la autora asegura que esta es su obra preferida, me doy por enterado y doy por leído todo lo que escriba.

No hay comentarios: