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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

martes, 29 de marzo de 2016

VIAJE CON CLARA POR ALEMANIA

Como viajero circunstancial, interesado en todo lo que supongan los viajes y por tanto en las crónicas de los mismos, no podía pasarme desapercibido este título de Fernando Aramburu, del que creo que no había leído nada a pesar de que tiene una amplia obra publicada. El título era atractivo y, aunque no de rabiosa actualidad, ya que fue publicado hace seis años, no pude resistir la tentación de leerlo.
Para empezar es casi todo menos un libro de viajes. O por lo menos de uno al uso. Hay un viaje, efectivamente, por el norte de Alemania, que realiza la tal Clara, esposa del narrador, por encargo de un editor que quiere un relato personal de ese trayecto. Lo que leemos, sin embargo, no son las reseñas de Clara, sino las de su acompañante, narrador y esposo: un español que se quedó en Alemania tras finalizar sus estudios en Gotinga, al conocer allí a esta alemana con la que se casaría casi de inmediato y que le cambió todos sus planes de vida.Lo que leemos, por tanto, no es el libro de viajes ordenado, con descripción de museos, catedrales u otro tipo de centros culturales, ni siquiera una descripción de los imprescindible de las ciudades y sitios que visitan. Lo que tenemos en la mano es una narración muy personal de los estados de ánimo de su mujer, sus manías, su familia, sus inseguridades, y el papel que le tocó: conductor, fotógrafo, chapuzas, y apoyo imprescindible de Clara en sus momentos de bajón. Con humor y sobrado de socarronería, Aramburu se encarna en el personaje que narra, Ratón, pues así le llama Clara, para desnitrificar eso de los viajes culturales, y apostar por el lado más lúdico, el que le deparan las comidas, las cervezas, las castañas compradas en un puesto callejero, las cabezadas que da cuando tiene ocasión...Es como un diario sin serlo, como unos apuntes personales escritos a escondidas de Clara que verán la luz por pura casualidad.
El que busque un libro de viajes por Alemania, se equivocará si elige este. Por lo demás se deja leer, tiene momentos muy divertidos, logra transmitirnos desgana y resignación ante lo que no le apetece, y peca de extenso. Para este viaje no se necesitaban tantas alforjas.

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