LOS NOMBRES EPICENOS, de Amélie Nothomb

 

Dícese de los nombres epicenos que son los que pueden utilizarse indistintamente para los géneros masculino y femenino. Y ese es el título elegido por Amélie Nothomb para contar otra de sus historias sobre la complejidad de las relaciones  familiares, los celos, los agravios, las revanchas y venganzas que sin sutilidad alguna se suelen dar en todo tipo de familias, incluso en las que socialmente aparecen como muy apacibles.

Lo que nos cuenta aquí es la elaborada revancha, a lo largo de muchos años, elaborada por Claude para ajustar cuentas por una traición de amor en su juventud. Para ello no duda en utilizar a su esposa y desatender por completo a su hija, por cierto llamada Èpicène, para alcanzar ese objetivo de venganza en tl que usará además todos los recursos que le permitan una rápida ascensión social que le abra las puertas de la sociedad altoburguesa parisina. También utilizará a su hija para lograr el acercamiento, a través de los hijos de otra pareja, que le permita alcanzar esa revancha tanto tiempo buscada.

Asistimos a una vida de odio y ascenso con muchos daños colaterales, sobre todo sobre su esposa Dominique y esa hija a la que utiliza pero ignora, y en la que crecerá un insalvable abismo de odio hacia el padre.

No es que la novela nos aporte mucho. No sorprende , aunque hay que reconocer que Nothomb es una maestra en el análisis de esas relaciones familiares podridas y escondidas tras una fachada de triunfo y bienestar social.