Ella, Lucy, es profesora y jefa de departamento en un colegio, blanca, amante de la literatura, apasionada del teatro; tiene dos hijos y un marido del que se está divorciando y del que se alejó cuando entró en una fase de borracheras y drogadicciones que hicieron imposible la vida en común. Él, Joseph, negro, multiempleado en una carnicería y un centro deportivo, y canguro ocasional, mientras intenta labrarse un futuro como DJ. Es esa ocupación de canguro la que les hará entrar en contacto, que derivará en una relación que les sorprende a los dos.
Como es de suponer. una relación de este tipo, con diferencia de edad, racial, y de entorno social puede desatar en ellos temores e inseguridades ante una realidad circundante muy crítica, lo que parece llevar a un desenlace temprano y en forma de ruptura. Aunque las cosas no son lo que parecen.
Hornby aprovecha la ocasión para situar la historia en los días previos al referéndum del Brexit y en las semanas posteriores del mismo, para presentar, sin grandes dramatismos, el debate que dividió profundamente a la sociedad británica y que todavía sigue abierto.
La novela tiene en todo momento un cierto toque optimista, con personajes entrañables a los que es fácil querer desde el primer momento. Como decía, una novela amable con el mejor estilo Hornby.
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