
Dicen los críticos que es una de las obras mayores de la literatura irlandesa de todos los tiempos y que en ella son claramente visibles rastros de otros irlandeses universales como Joyce, O'Brien o Wilde. En todo caso es un magnífico documento sobre la realidad irlandesa de aquel tiempo y un fascinante ensayo sobre los sentimientos, todopoderosos a la hora de enfrentarse a lo que se les oponga, y un estupendo alegato en favor de la amistad. En un momento de la novela se lee que no hay más patriotismo que la amistad, y la defiende como la base de cualquier esfuerzo de superación y de liberación personal y colectiva. Más allá de los personajes centrales, no hay que perder de vista otros como el viejo Mac, el padre de Jim, héroe tragicómico al que se ve desbordado por los tiempos, o la fascinante Eva MacMurrough, de la vieja nobleza irlandesa, que pone una vela a dios y otra al diablo, y que apuesta al final por el bando de los rebeldes.
Estamos ante una novela casi de lectura obligatoria, por su calidad. O'Neill, durante muchos años celador en un psiquiátrico de Londres, ha dado lo mejor de sí en esta obra en la que, a pesar de su extensión, parece que no sobra nada....Absolutamente recomendable.
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