
Con lo que me he encontrado es con una novela muy irlandesa, ambientada en la época eduardiana de Dublín, bien escrita, aunque el lenguaje nos resulte ya un tanto anticuado, como lo es también el ambiente que describe, pero llena de humor y con jugosos diálogos acerca del omnipresente catolicismo. Gira la historia en tono al domicilio del señor Collopy, a donde van a parar dos sobrinos huérfanos, uno más que espabiladillo y el otro que actúa como narrador. Lo más interesante las discusiones de Collopy con el padre Fahrt, un jesuita con el que comparte muchas tarde generosos vasos de whisky. Como en toda novela de la época que se precie no falta ese personaje extraño, medio criada, medio familia, que pulula siempre por casa y cuya peculiaridad es que a cualquier cosa responde siempre con la misma palabra "aparentemente".
O'Brien fue un funcionario muy pero que muy aburrido, que tuvo mucho tiempo para escribir esta y otras novelas y que tenía una prestigiosa columna en el Irish Times, todo un azote del mundo, que, por supuesto, firmaba con pseudónimo. En fin, encomiable la labor de Nórdica por acercarnos este tipo de literatura, de difícil acceso si no fuera por colecciones como esta de Otras Latitudes. En todo caso, sólo para quien le gusten estas novelas de fuerte sabor añejo.
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