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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

UN RECODO EN EL RIO

Han tenido que pasar treinta años para que llegara, traducida, a España esta obra de V.S. Naipaul, el premio Nobel nacido en Trinidad, en el Caribe que dominó la colonización británica. Es una de las obras mayores de este prolífico autor, en la que, una vez más, da una vuelta de tuerca a la colonización, sus excesos y sus efectos. En esta ocasión ha elegido como protagonista a un indio descendiente de los llegados del Punjab a la costa este africana. Un indio, Salim, que cuando las cosas comienzan a complicarse en la región familiar, busca su particular eldorado viajando hacia el centro del continente. Será así, desde una posición bastante complaciente, nuestro testigo de los vaivenes que sufre uno de esos países, llenos de recursos, de tribus diferentes y de intereses muy contrapuestos, que se identifica fácilmente con el Congo. A través de Salim tendremos noticia del fin oficial de la presencia colonial y sus excesos y ruinas, de la acomodación del nuevo régimen, de su despiste, de sus imitaciones, de su palabrería y, finalmente de su crueldad. La modernización, que se asocia con Europa, pretende ser barrida por unos y copiada al modo africano por otros. Un dilema que solo genera enfrentamiento y sangre y millones de actos de violencia que quedarán impunes. El alter ego de Salim, Indar, un amigo de infancia, también indio, educado en Londres, que tras empeñarse en vender la nueva imagen de Africa en el mundo, cae en el desengaño y la negación más absoluta. Naipaul nos presenta a Africa como un territorio de naturaleza practicamente indomable, donde la alteración que provoca la presencia colonial no es más que el desencadenante de una violencia y una degeneración difícilmente controlables. Es curioso que aunque la presencia de Europa durante toda la novela es constante, apenas hay personajes blancos y los que están lo están la servicio del Gran Hombre bien sea intelectualmente o para sus planes económicos. En fin, un acercamiento de primera a una cuestión, la africana, que después de tanto tiempo, sigue pendiente y sigue reproduciendo los dramas de los años sesenta.

1 comentario:

Fuensanta Niñirola dijo...

Vaya, no tenía idea de este libro; me gusta Naipaul, al menos lo único que he leído de él: Una casa para el señor Biswas.
El tema de ésta me resulta interesante, será cosa de echarle un ojo.