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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

lunes, 4 de octubre de 2010

SABER PERDER


No es esta una novela que busque trascendencia literaria, y probablemente es de fácil olvido. Lo que sí es, es una instantánea interesante de un momento, de una época de la sociedad española, de estos años, con guiños interpretables justo ahora aunque no está claro que lo sean dentro de, por ejemplo, veinte años. Me gusta como escribe David Trueba. Me gustan sus columnas en el diario El País y también algunas de sus películas. Aunque tiene dos novelas anteriores esta es la primero que leo. Y ha sido una sorpresa agradable, por momentos absorbente, aunque todo suene a conocido y, en algún caso, un poco manido. Dividida en cuatro partes, que se recrean en el deseo, el amor, la identidad o el final de las cosas, las relaciones, la vida misma, la novela pivota sobre cuatro personajes: Sylvia (sic), una dieciseisañera de hormonas revueltas y a la que un accidente dará un importante cambio a su vida; su padre, Lorenzo, empresario fallido y arruinado por un amigo, que busca esperanza y ánimo en una inmigrante vecina; Leandro, abuelo de Sylvia, que tras una vida llena de rutinas, y cuando todo se viene abajo a su alrededor, se interna en una aventura sin futuro con una prostituta; y Ariel, sí nombre de detergente, promesa futbolística argentina que llega a Madrid en un estado de inmadurez que le dificulta ubicarse y cuando comienza a hacerlo, con una relación que le pone contra las cuerdas si trascendiera, no logra los resultados que esperaba el club y tiene difícil su continuidad en la ciudad. Es quizá este personaje uno de los más logrados. Trueba demuestra un buen conocimiento de los entresijos del mundo, de las promesas argentina, y maneja con soltura vocabulario, expresiones y un cierto enfoque del mundo tan peculiar en el país sudamericano. Hay, lógicamente, otros personas, algunos un tanto tópicos que, por momentos, deslucen la historia. Pero está bien, un poco larga pero atractiva y de fácil lectura. Quizá le falte un poco de ambición en cuanto a la trama argumental, pero lo cuenta bastante bien.

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