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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

viernes, 20 de febrero de 2015

OJALÁ NOS PERDONEN, de A.M.Homes

LLeva diez libros hasta la fecha, pero este es el primero al que me acerco. Y lo hago porque desde hace tiempo me asalta su portada desde los puestos de novedades de las librerías. Y ha sido un hallazgo. Y un hallazgo curioso, porque sin sorprender, y con personajes reconocibles (más que nada por costumbre de tantas series y películas norteamericanas que nos hemos tragado) se lee con interés  y se sobrevuelan situaciones realmente dramáticas sin que ese dramatismo nos sobrecoja.
Es una maestra Homes. Y no es para menos, porque al parecer lleva diez novelas en su haber y todas  de gran éxito.
Como decía, ni el escenario ni los personajes nos sorprenden, a pesar de sernos tan extraños. La memoria audiovisual la tenemos acostumbrada a las rarezas norteamericanas, e insistir en esos modelos es lo que parece que se le da pero que muy bien a la escritora estadounidense.
Esta novela tiene más de seiscientas páginas, pero es difícil saltarse ni siquiera una. La historia atrapa, a pesar de las excentricidades y las situaciones que, entendemos, solo pueden darse en la sociedad norteamericana. Abarca desde un día de Acción de Gracias hasta la misma celebración del año siguiente. Un año que pondrá patas arriba las vidas de los personajes, que, a pesar de todo, sobrellevan los cambios dramáticos con toda naturalidad.
En el primer festejo, la insinuación sexual que Jane hace a su cuñado, el hermano mayor de George, en la cocina ya nos pone en alerta de que algo va a suceder muy pronto. Y apenas unas páginas después la acción se acelera increiblemente. Un atropello con víctimas, un niño huérfano, su causante víctima d  un fuerte desequilibrio psíquico, que le venía de antes, más huérfanos y un cambio de vida brutal para todos ellos, en especial para Harry, el hermano mayor. Él nos servirá de eje en toda la narración, porque además de ver lo que ocurre a través de él, está en todas las salsas y es coprotagonista del episodio que trastornará  y romperá la armonía existente. Harry es un profesor universitario, especialista en Nixon y futuro autor de un libro sobre el expresidente en el que trabaja durante años y cuyo final nunca parece cercano. El será el centro de un nuevo hogar que acogerá a los supervivientes del naufragio familiar y próximo.
Homes tiene una peculiar forma de narrar, cargada de humor y de distancia suficiente para atemperar las situaciones dramáticas, hacerlas creíbles por inevitables y asumir que las cosas son así por alguna razón que se nos escapa y hay que aceptarlas.
No es una resignación con sufrimiento. Al contrario. Y a lo largo de ese año no solo encontraremos desavenencias conyugales, incomprensiones paternas, mosqueos familiares, sino también elementos muy actuales como la presencia de internet como nueva forma de relación o disparatadas fórmulas de ayuda a desfavorecidos.
Es una historia rara. Muy propia de esa imagen que tenemos de familias norteamericanas disfuncionales y desestructuradas, pero que parece responder a cierta realidad: la que se vive en los apacibles suburbios de las grandes ciudades norteamericanas.
 En resumen, un retrato memorable de nuestros días...en Estados Unidos.

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