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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

miércoles, 17 de marzo de 2010

FIN

Soy en general reacio a acercarme a los "nuevos valores" de la literatura española, porque en general solo he cosechado decepciones y algún que otro cabreo. De hecho, y por lo que podéis ver en este blog, suelo sumergirme preferentemente en otras literaturas que, personalmente, me dan mas juego y me acercan mundos y situaciones que o bien me gustan o bien tienen un cierto punto de exotismo. Pero bueno, uno es de los que tropieza en la misma piedra. Así que después de leer algunas reseñas sobre esta novela, me decidí a leerla.
Y aquí llega el problema. Porque esta ópera prima de David Monteagudo tiene un poco de todo. El arranque no es muy original, grupo de antiguos amigos en la adolescencia que decida reunirse venticinco años después. Trillado está el recurso a que esa reunión se haga en un lugar apartado, en este caso un refugio de montaña, y también las posibilidades un tanto siniestras que concede ese tipo de situación.
El grupo está integrado por gente normalita, con pequeños y a veces vergonzantes secretos que irán apareciendo a lo largo de la novela, y uno más inquietante que el resto, y que se pretende como causa explicativa del horror por el que van a pasar. Y es que Monteagudo logra montar una tensión creciente con cada capítulo, ofreciendo poco a poco retazos de un apocalípsis inexplicable pero que se va imponiendo imparable hasta el final de la obra. Logra efectivamente transmitir ese desasosiego, primero, esa tensión, cierta histeria y todo el horror ante lo que no se entiende, pero que tampoco se puede evitar. Es sin duda su mejor hallazgo, junto a los diálogos, a veces, cuando no se deja arrastrar por tanto punto suspensivo y tantos lugares comunes. Es interesante, aunque al final aburre un poco, la manera como suele comenzar los capítulos, como si fuera un vouayer que primero echa un vistazo al panorama y luego pone su ojo en un catalejo con el que se fija en la acción: en es grupo de amigos que primero camina en busca de una explicación y luego huye sin más.
Dicho esto, que es lo mas interesante que puedo decir, hay otras cosas que me cansan, y que no entiendo como el editor, el corrector o quien supervise la obra antes de la publicación, no corrige o insta a corregir. Hay a veces problemas de concordancia verbal, hay faltas de ortografía (Persona rallada por rayada), hay episodios de leísmo, hay expresiones que "rayan": "los mosquitos se nos van a comer"; hay demasiadas curvas en el trayecto, y hay demasiados adjetivos....
En fin, está bien que las editoriales busquen nuevos valores, que se intente potenciar a nuevos escritores, pero entre las malas traducciones y los raros repasos a los originales (¿dónde están los correctores, ¡por dios!), a uno le quedan pocas ganas de explorar los "nuevos valores". Así que ni me atrevo a recomendarla, ni intento disuadir a nadie. Si uno no es muy escrupuloso puede pasar un buen rato.

1 comentario:

Mistral dijo...

Estoy leyéndola animada por comentarios en foros de lectura, pero me temo que si el final no está a la altura de la narración será como un gran globo deshinchado.