Datos personales

GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

martes, 23 de marzo de 2010

INVISIBLE

Soy un austeriano militante, y por tanto convencido, desde hace tiempo además, y por tanto ni pretendo ser objetivo ni podría serlo a la hora de dar mi opinión sobre esta nueva entrega del autor de Nueva Jersey. Es verdad que esta vez no me he lanzado sobre la novela en cuanto apareció, como otras veces, quizá porque tenía un ligero temor a que siguiera la línea, mucho menos brillante que en obras anteriores, que marcó en sus últimas "Viajes por el scriptorium" y "Un hombre en la oscuridad". Pero la espera ha merecido la pena Auster vuelve por sus fueros y nos trae otra muestra envidiable de lo que este autor puede hacer cuando se pone a contarnos algo.
Probablemente en el protagonista de esta nueva novela, Adam Walker, hay algún que otro punto autobiográfico, ya que sitúa el arranque de la historia en la Universidad de Columbia, donde el propio Auster estudió, y por los mismo años, a finales de los sesenta del siglo pasado.
El arranque, el primer capítulo, ya de atrapa de forma inexorable, porque utiliza esos recursos del lenguaje que tan buenos resultados le han dado en historias anteriores. Enseguida te mete en la historia y asistes en primer plano y casi como estuvieras presente, maestro que eres un maestro, al abordaje del joven Walker por una extraña pareja, que le va a enredar la vida y mucho. En el segundo capítulo la historia nos la cuenta ya desde otro punto de vista, como parte de un libro de memorias que el viejo Walker remite a un antiguo amigo de la Universidad. Y, en el tercero y último, ese ese viejo amigo el que nos aportará el resto, después de darle forma al esquemático resumen que le envió Adam en una carrera contrarreloj, porque la enfermedad le tenía sitiado.
La narración es una constante vuelta de tuerca, en el mejor estilo Auster, llena de giros inesperados y personajes que de pronto pasan de ser una simple mención a plantarse como coprotagonista inesperado en un momento de la historia. Es fascinante la forma de narrar de Auster y es lo que salva a esta nueva novela, cuyo contenido argumental flaquea en algún momento, se disparata en algún otro, pero hay que destacar, por el contrario, la manera abierta y extremadamente cuidadosa de tratar el incesto.
No es, desde luego, su mejor novela. Está lejos de "El Libro de las ilusiones" o "La noche del oráculo" o, por supuesto, "La trilogía de Nueva York", pero Invisible vuelve a mostrar que está en forma y que hay Auster para rato. De lo cual me felicito.

No hay comentarios: