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GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS
Un lector por libre. Leo lo que me apetece en cada momento, lo que encuentro, por ejemplo rebuscando en la biblioteca pública, o cualquier título que me llame la atención en una librería. No soy metódico, me dejo influir, qué remedio, por lo que va saliendo, pero guardo un mínimo espíritu anárquico para que no todo sea al dictado. Este blog no pretende ser guía para nadie, ni una recopilación de críticas. Sólo reseñas de lo que cae en mis manos.

sábado, 26 de noviembre de 2011

EL LAGO


Es esta una de las novelas más reconocidas de E.L.Doctorow, otro maestro de las letras norteamericanas, dicen que su obra más experimental y, ciertamente, su lectura no es fácil por la ausencia de comas, la mezcla de historias en un mismo párrafo y una narración que mezcla la descripción con las ensoñaciones del protagonista. A veces es difícil saber si está contando lo que le está ocurriendo o si símplemente lo está pensando. Pero merece la pena el esfuerza para esta novela que sigue a Joe, un joven que huye de su casa, se enrola en una peculiar feria de monstruos, y llega, siguiendo un tren nocturno en el que entrevé a una joven desnuda ante un espejo, al lago Loon, que está dentro de la propiedad de un magnate de la industria, F.W.Bennet. Su viaje hasta el lago y el posterior por medio Estados Unidos es una crónica de la Gran Depresión y de la desesperanza de millones de personas abocadas a sobrevivir cada día. Hay momentos muy duros, como esa búsqueda de la subsistencia diaria, personajes perdedores, condiciones laborales extremas, actuación de matones rompehuelgas, policias a sueldo de las grandes corporaciones, sindicatos acosados por las ma Y hay concesiones a la literatura más contemplativa, la que describe lugares y entornos casi mágicos, la que se ocupa de los sentimientos y las relaciones. Y hay personajes como Warren Penfield que llegó al lago, tras una vida intensa en Japón en busca de si mismo, para matar a Bennet y acabó convertido en poeta mantenido por Bennet, que a veces ejercía de mecenas.

En el fondo de la novela está la eterna lucha, tan norteamericana, por hacerse a uno mismo, en la que el joven Joe reúne muchas de las características que llevaron a Bennet desde la nada a convertirse en el gran magnate. Es el sueño americano aún mas descarnado si lo situamos, como hace Doctorow en plena Gran Depresión.



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